Ayer no me apetecía comentar TINTÍN porque sabía que me extendería una buena parrafada y no me apetecía, pero hoy el sol brilla, los pájaros cantan y se está muy bien sentado en el porche, así que ahí vamos. En su tema correspondiente, como merecen los grandes.
Dejando por ahora de lado el asunto de la adaptación, tenemos una película de aventuras completamente ejemplar, sin respiro, nivel EL TEMPLO MALDITO, para que os hagáis una idea de lo que estamos hablando. Esos graves bajones de ritmo que tenía LA CALAVERA DE CRISTAL aquí brillan por su ausencia; esto es un no parar de viajes, peleas, persecuciones, búsquedas a contrarreloj... Se me hace hasta excesivo que no pase un minuto de película (créditos aparte) antes de que veamos actuar al misterioso ladrón de carteras que junto a la maqueta del barco será el detonante de la trama. Y siempre sin abrumar. El efecto PIRATAS DEL CARIBE 2-3 aquí no existe. La aventura y la comedia están tan bien balanceadas como en INDIANA JONES, y el exceso no es tan excesivo como podría ser a la vista de varias escenas de la película. Eso sí, el maldito 3D afecta demasiado a la planificación visual de algunas secuencias, rodadas de una forma antinatural para buscar esa espectacularidad tan cansina. Esos planos a ras de suelo con travelling brusco cantan demasiado y chocan con el clasicismo con el que se aborda gran parte de la puesta en escena. Es decir, da igual que no veas la película en 3D, de hecho no hace falta ni saber que en otra sala la están proyectando en 3D, sabes que hay algo que falla en esas escenas.
Y ahora vamos a lo jugoso. La adaptación. A qué altura del legado de Hergé está esto. Pues no me cabe duda: es una adaptación maravillosa. Lo más importante de todo en estos casos es que se note que el tipo que hay tras la cámara conozca el material original. No que lo haya leído para documentarse antes del rodaje, no. Que lo entienda, que lo viva, que forme parte de su vida. Que sea un fan, vaya. Aquí se nota muchísimo. No hablo del número de guiños por metro cuadrado (millones, por cierto), sino de la seguridad con la que Spielberg se mueve por el terreno, convencido de en qué medida ha de seguir la senda de los álbumes originales y del margen de maniobra que tiene para permitirse licencias o invenciones. Sólo alguien así podría coger de entre los veintitantos álbumes de Tintín los que sabe que podrían encajar bien en una sola historia y combinarlas con el aplomo y seguridad que demuestran aquí Spielberg, Moffat, Edgar Wrigth y, ehm, el otro guionista que no sé quién es. Es milagroso. Y ahora es cuando lo cuento (aunque sólo vagamente), así que si queréis manteneros vírgenes... Se trata de coger el mcguffin y varios elementos de la trama de EL SECRETO DEL UNICORNIO, añadirle el final (sólo el final) de EL TESORO DE RACKHAM EL ROJO para no dejar la historia inconclusa y adaptarlo todo al esqueleto de EL CANGREJO DE LAS PINZAS DE ORO, de modo que mucho de lo que en el cómic del contrabando de opio ocurría por casualidad (el encuentro con Haddock y posterior incorporación de éste a la aventura) es una consecuencia lógica de la trama. Y de este modo, toda la historia de Francisco de Hadoque (que si os acordáis, era relatada por Haddock sentado durante sesenta y dos páginas en su apartamento) se convierte en momentos de iluminación de Haddock durante pasajes clásicos de EL CANGREJO DE LAS PINZAS DE ORO (en vez de ver alucinaciones aleatorias durante la travesía por el desierto, Haddock ve a su antepasado). Y aunque hay cosillas mínimas que se pierden (el final de EL TESORO DE RACKHAM EL ROJO es prácticamente igual, pero al no ir precedido del resto de la aventura, hay que justificarlo de otro modo que aunque ingenioso, pierde gran parte de la ironía del original), estamos ante una clase MAGISTRAL de condensación, señores; los único que se quejarán serán los más puristas más radicales de entre los radicales de Hergé.
Dejando la trama de lado, ¿y los personajes? Pues están todos tan bien caracterizados como cabría esperar. Y hasta en esto es la película fiel al cómic: Haddock es el mejor personaje. El más humano, el más entrañable, el que roba los planos. Era de esperar que hubiera sido sido drásticamente suavizado respecto a su primera y sórdida aparición en EL CANGREJO DE LAS PINZAS DE ORO, pero por una vez, la sensiblería de Spielberg está justificada. Hergé nos presentó a un personaje con vistas a evolucionar en álbumes posteriores. Pero esto no es una serie de álbumes, ni una serie de televisión. Es una película, una única película (pese a que habrá secuela), y la personalidad de Haddock y su evolución debe tratarse de una forma distinta dentro del concepto de historia única. Así pues, el Haddock perturbador, violento, borracho e incluso peligroso de EL CANGREJO DE LAS PINZAS DE ORO es sustituido por nuestro Haddock preferido, el de los cómics posteriores, el que ayuda a Tintín en vez de poner en peligro las misiones con su alcoholismo violento. En pocas palabras, es el Archibaldo Haddock que todos conocemos.
Ahora es cuando llego a la parte de lo que es bueno hasta que lo miramos desde la perspectiva de la adaptación. Y aquí entran las escenas de acción. ¿Dentro del tono de la película? Magníficas, salvo por los detalles 3D que ya he comentado. ¿En relación a los cómics de Hergé? Un tanto pasadas de vueltas. Si Tintín no era exactamente como Indiana Jones era porque el tratamiento de la acción de Hergé era realista, alejado de la alegre fantasmada de Indy. Y ahora tenemos escenas de acción completamente inverosímiles, que funcionan tan bien como las de INDIANA JONES en el contexto de la película (¡bien!) pero que nos chocan cuando nos acordamos del cómic (¡mal!). Aquí entran el final de la persecución con sidecar, o el duelo de grúas.
¿Y el motion capture? Bueno, lo cierto es que viendo la película llegué a la conclusión de que el formato en sí es una auténtica aberración sin razón de ser fruto de un afán de progreso por el progreso, pero eso es otra historia. La cosa es si funciona aquí, y joder si funciona. Es decir, estoy impresionado. La capacidad expresiva, la textura y los movimientos de los personajes son muy convincentes, y como ya sabemos, sobre todo en el caso de la capacidad expresiva la motion capture estaba muy pez antes de esto (en humanos digo, no en na'vis). Los ojos están vivos, por fin, incluso los ojillos casi inexistentes de Haddock transmiten esa locura entusiasta de niño pequeño que hay dentro de él. ¿Habría podido hacerse esto con animación digital de toda la vida? Yo creo que sí.
¿Qué más? Ahora mismo no sé, llevo un buen rato escribiendo y tengo la sensación de que se me olvidan muchas cosas. Pero supongo que irán saliendo cuando veáis vosotros la peli y la comentéis. Porque OS EXIJO que la comentéis. Ni pido ni hostias, EXIJO.
Puto Peter Jackson, pospón un poco más EL HOBBIT (total, ya estamos acostumbrados) y líate a hacer EL TEMPLO DEL SOL, que lo estoy esperando. Quiero más, este TINTÍN ha sido una experiencia maravillosa. Espero que gane todos los millones del mundo. Un 8.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
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