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Bueno, tarde o temprano me tenía que tocar a mí plantear uno de esos enigmas que tanto nos gustan por aquí, el que me echéis un cable para identificar una película añeja que revolotea por el subconsciente.
No recuerdo el nombre, obviamente, pero por suerte recuerdo bastantes detalles de la película en cuestión. Ahí van.
- La película es de dibujos animados, pero tiene el clásico comienzo y final en el que nuestro protagonista, un chaval de unos 10 años, es de carne y hueso, y la aventura central transcurre en un mundo de fantasía en el que se convierte en un personaje animado. Tal y como pasa en El Guardián de las Palabras. El cambio se produce al aparecer en su habitación una especie de cabina de peaje mágica.
- Lógicamente, si el "portal" encargado de llevarle al mundo fantasioso es un peaje, el medio que utilizará para recorrer dicho mundo será un coche. Uno pequeño, rojo y descapotable, que al principio vemos una secuencia de cómo se monta alrededor del chico a partir de una sola pieza. El volante supongo.
- Dentro del mundo hay unos cuantos lugares en los que transcurren escenas más largas, como son un pantano al que van por accidente y el coche queda atascado. Es como un pantano de la pereza, y mientras se dejen vencer por ella, estarán atrapados allí. La solución que plantean es pensar, hacer sumas y cosas así para espabilar y que el coche se libere. Más adelante hay como dos fortalezas rivales, en las que los regentes de cada una esgrime que los números son más importantes que las letras y viceversa.
- Hay un personaje cerca del final de la peli, que tiende a liar a la gente para que haga trabajos agotadores pero inútiles, como trasladar un montón de arena grano a grano con unas pinzas de un sitio a otro, o vaciar un pozo entero con un cuentagotas.
- Dos personajes que recuerdo vagamente son El Agorero, que está en una torre que sube y baja, y El Farsante, que no se a partir de cuando sale pero es como el alivio cómico.
Creo que si alguien la conoce tiene información de sobra para reconocerla. No se si es mejor o peor, como habrá envejecido y tal, pero ya sabéis, el valor nostálgico de esas cosas es tremendo.
¡Hale, a investigar, mis sabuesos!
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"Tú no sabes lo que es una clase, Marge, soy yo el que se juega el cuello todos los días. Y no estoy desvariando. Eres tú la que desvaría. Desvaría este sistema monstruoso. Y... ¿sabes? Te diré la verdad. ¡Tú no sabes afrontar la verdad! Cuando alargues tu mano, y te la encuentres toda manchada de mocos, que antes eran la cara de tu amigo, sabrás lo que tienes que hacer. ¡Olvídalo Marge, es Chinatown!"
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