Antes de que den los premios gordos de la gala de los
Goya vamos con un par de películas que comparten varias cosas:
· nominadas a mejor película en sus respectivos países
· era el único espectador en la sala (y no era pequeña)
· creo que han pasado con más pena que gloria por la cartelera
· no me han gustado nada.
EL ARTISTA Y LA MODELO, de Fernando Trueba.
Lo primero que hay que decir es que la película está rodada en francés. Qué hace pues el señor Trueba, detractor del doblaje, permitiendo que se haya doblado cuando es uno de los productores de la misma??? El vil metal, no? Qué cosas. O quizás haya sido imposición de la distribuidora (
Alta Films) del señor Enrique González Macho, presidente de la Academia del Cine y contrario también a esa
aberración llamada doblaje? Otra vez el maldito
parné? No puede ser... Bueno, al lío.
Que esta película tenga 13 nominaciones a los
Goya, incluídas las más importantes, me parece una broma. Sí merece estar entre las de fotografía, diseño de producción, algunos otros apartados técnicos, Jean Rochefort (por cierto, delgadísimo) y poco más. Pero película, dirección, guión... Y encima fue una de las seleccionadas para representar a España en los
Oscar. Tremendo. Pero viendo las buenas valoraciones que tiene debo ser yo el raro.
Y es que la película es lenta, leeenta, leeeeenta. Y encima tiene un final que considero absurdo. A destacar algunas interpretaciones (Lampreave y Rochefort básicamente), alguna línea de guión (
"Los artistas y los médicos son los únicos que tienen derecho a ver desnudas a las mujeres. Los curas no") y una curiosa explicación de la existencia de Dios y del pecado original, mezclando el incesto con el complejo de Edipo. Y es que la mujer es la forma primera; los hombres son meros accesorios.
Quizás el poco afecto por el doblaje de su director haya hecho que éste se resienta: Aida Folch no está nada bien (pero claro, la chiquilla no es profesional del atril) y la teórica química con su escultor es inexistente. Quizás en la versión original esté mejor.
Me interesó tan poco que no pude resistirme a consultar mi correo en plena proyección. Un ejemplo de que la suma de los factores NO altera el producto. Un 5 y va que chuta.
BESTIAS DEL SUR SALVAJE, de Benh Zeitlin.
Una mierda pincha' en un palo. Así, sin más. Qué horror por favor. No es de extrañar que no hubiera ni diox en la sala. Viéndola, aparte del considerable mareo de tanta cámara en mano (que alguien le diga al director que existe una cosa llamada
steadycam), uno no puede por más desear que se mueran todos y se acabe el suplicio porque más que salvajes lo que son es una panda de
piraos. Hasta esas niñas que emulando a Michael Phelps nadan todo ese trozo hasta llegar al barco (un ejercicio de credibilidad digno de mención) no merecen la más mínima compasión.
Todo el mundo destaca a su protagonista, la pequeña
Hushpuppy. A mi me llegó a cargar, y su doblaje no ayudó demasiado: la buena de
Sandra Jara se partió el alma y la voz pero se nota demasiado que no es una niña quien dobla a Quvenzhané Wallis (toma nombre raro) y sí alguien adulto forzando sus cuerdas vocales.
Y por si fuera poco nominada a mejor película, director, guión (¿¡¡!?¿!!¿¡¡): pa' cagarse. La típica peli
indie que se cuela en las nominaciones para dar 'color' a los
Oscar. No me ha gustado nada pero viendo la de premios que llega conseguidos vuelvo a ser el raro. Un 3.