Delage escribió:
Hoy he visto un divertimento, ANOTHER GAY MOVIE. La publicidad la catalogaba como una American Pie para gays, y yo creo que incluso la sobrepasa en guarra, combinandolo con referencias cinéfilas no solo a su homologa heterosexual, sino homenajeando/prostituyendo a Carrie, El graduado, y (gasp!) ese himno gay de 35mm que es Queridísima Mamá. En fin que prometia risa escatológica para pasar el rato y poco más y es lo que da, sin aburrir ni dar un asco excesivo, o igual es que yo ya estoy curtido en estas cosas. Un 6.
Yo vi ésta y casi me dan náuseas.
El Cuerpo es mala, pero de la categoría "verlo para creerlo". Ese tramo final... ese tramo...
Anoche quedamos los amigos para nuestra clásica sesión navideña de cine familiar de mierda de los noventa. Este año ha tocado Una Pandilla de Pillos, increíble subproducto que, a diferencia de otras películas de críos revoltosos de la época, apenas recordaba como una oscura nebulosa con momentos puntuales de claridad. En fin, poco se puede decir de una cosa como ésta, salvo que, como siempre, las risas que me arrancó la sesión no me la habría dado jamás un maratón de serie B de miedo o caspa similar. ¿Sobre la película? Eeeeehhhhh...
1) Hilarante la obsesión misógina pseudogay de estos críos, con su club de "Odiamos a las chicas" y canciones sobre el lazo viril que les une.
2) Los humillantes cameos de famosos sin nada que perder o muy muy desorientados, como Mel Brooks, Daryl Hannah, Lea Thompson (la pobre, venía ya de estar en Daniel el Travieso), Whoopi, Norm de Cheers... y el mejor de todos, Donald Trump. El doblaje de éstos, impecable.
3) El incesante pensamiento de que el rodaje debió ser una auténtica pesadilla. A la mayoría de estos niños se les notan menos aptitudes interpretativas y capacidad de concentración que a un chimpancé. Las tomas falsas del final parecen un grito desesperado para exorcizar los demonios del equipo de producción (esos incesantes NO MIRES A LA CÁMARA).
4) Increíble, surrealista e impagable el doblaje de los niños. Eran clarísimamente todos niños con nula experiencia, y algunos de ellos apenas sabrían ni leer. De oídas sólo reconocí a un jovencísimo David Jenner, pero mirando la ficha me encuentro con que estoy casi casi ante las primeras interpretaciones de Manuel Gimeno, Masumi Mutsuda y sobre todo una Michelle Jenner renacuaja y balbuceante que debió divertirse bastante con esas frases pomposas de las que creo que no entendía ni la mitad. Es increíble el salto que pegaron estos críos en apenas un año, pues en Toy Story, por ejemplo, Michelle Jenner ya ha pegado un salto importante en sus cualidades, y lo mismo con su hermano. En cualquier caso, sería interesante preguntarle a Marta Tamarit por su recuerdo de este doblaje. Tiene pinta de ser de los que no se olvidan.
En fin, pues nada, una inmejorable forma de cerrar el año cinéfilo, a no ser que me trague algo esta tarde (cosa que dudo).