Entre tema y tema de mi ansiada última racha de exámenes (si apruebo todo ahora, se acabó estudiar para arquitectura), me iba viendo algún que otro capítulo de A Dos Metros Bajo Tierra, la única que ha conseguido desbancar a House de mi imbatible podio de series, y ha subido a la primera posición. Hace dos días la terminé, y nadie exageraba, se quedaban cortos, el mejor final que habría podido imaginar en una serie que los personajes son tan auténticos que acaban formando parte de tu vida. Si House me gustaba por su derroche de autenticidad, palidece al compararse con esta (sin desmerecer nada, obviamente).
Ahora tengo la sensación de que ninguna serie va a tener un final tan lleno de vida (ja, ja, ja) e intensidad emocional, donde cada minuto que pasa y cada esquela nueva que aparece, es un puñetazo al alma.
Mira que con The Wire, la otra gran serie considerada la mejor de la historia por la crítica, no fui capaz de ver nada en absoluto que me llamara la atención, pero esta, pese a la fama y la idea preconcebida que te haces ante un producto así de reconocido, se introduce dentro de ti sin que te des cuenta e involucrarse emocionalmente es imposible de evitar. Nunca una serie que trata sobre la muerte ha dicho tanto sobre la vida. Un 10 y porque no se puede poner más. FORMIDABLE.
_________________ "Tú no sabes lo que es una clase, Marge, soy yo el que se juega el cuello todos los días. Y no estoy desvariando. Eres tú la que desvaría. Desvaría este sistema monstruoso. Y... ¿sabes? Te diré la verdad. ¡Tú no sabes afrontar la verdad! Cuando alargues tu mano, y te la encuentres toda manchada de mocos, que antes eran la cara de tu amigo, sabrás lo que tienes que hacer. ¡Olvídalo Marge, es Chinatown!"
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