MELANCOLIA, de Lars Von Trier. Vaya por delante que el director danés no me cae especialmente bien. Y no tanto por las
declaraciones sobre Hitler (he vuelto sensible con ese tema) que hizo el año pasado en Cannes presentando precisamente esta película, sino por esa soberana y chorra soplapollez que se sacó de la manga con el manifiesto DOGMA 95. Siempre lo he visto como "vamos a crear una memez para que se hable de nosotros". A ver, la 'pureza' del cine está en el buen cine. Punto. Y sabiendo que TODO es mentira no pasa nada por utilizar un poco el CGI (sin pasarse, of course: Harryhausen al poder!) o la iluminación que mejor quede.
Pero admito que tiene algunas películas que me gustan. Como ésta. Nunca hubiera dicho que vería una película de catástrofes firmada por él. Parece que el bueno de Lars ha renegado un poco de sus teorías y hay efectos especiales, música, su nombre aparece en los créditos, etc. Pero por favor, que alguien le diga que la
steadicam se inventó hace más de 30 años! Que manía con grabar cámara en mano cuando ésto no aporta nada a la historia. Por unos instantes viendo las imágenes con Wagner de fondo me recordó a
EL ÁRBOL DE LA VIDA.
"Mal vamos", pensé. Pero no, por suerte fue sólo un momento.
El reparto es un señor reparto y una agradabilísima sorpresa ha sido descubrir la auténtica voz de Kiefer Sutherland: si nunca la habéis oído ya estáis tardando. Diox, no la puede ser más grave y sensual. Si sólo con eso
Jack Bauer ya debía tener ganada media partida! La voz de
Bernal le sienta de fenómenos, pero la suya propia es tremenda. Charlotte Rampling está fantástica como madre borde, borde de una Kirsten Dunst que está como un queso, para qué negarlo. Un 7, por lo distinto de la propuesta.