Hora de hablar de Brave. He esperado un par de días, a ver si algunas ideas maduraban de otra forma en mi cabeza, pero no, mi opinión sigue tan firme y radical como cuando salí de la sala con la peli calentita... y entre a ver Ted. En fin, supongo que el mejor resumen de todo esto es "qué pena". Qué pena porque durante cuarenta minutos Brave le da al Disney de los noventa UNA LECCIÓN DEMOLEDORA sobre cómo abordar el concepto de heroína descontenta con lo que se le impone, eliminando de un plumazo el fondo conservador que siempre hubo tras esas princesas ¿modernas? y haciéndonos lamentar, a través del magistralmente dibujado personaje de la madre de Mérida, que las princesas Disney jamás hubiesen tenido una madre con la que plantear una relación tan interesante, humana y conmovedora como la que aquí se nos ofrece. Los paralelismos se dan especialmente con La Sirenita, y realmente Brave gana a la peli del 89 en madurez en el retrato del conflicto paternofilial (ese momentito en el que la madre reacciona y trata de arreglar lo que acaba de hacer es maravilloso, auténtico como pocas cosas). La decisión de mantener completa a la familia ofrece otras grandes posibilidades. Durante la parte buena de la peli, el personaje del padre es estupendo, básicamente por la relación cómplice que tiene con su hija (algo mucho más original de lo que podría parecer si no lo piensas) y con los pequeños. De este modo, la Reina está más arrinconada y se nos muestra muy vulnerable; humana y fascinante.
Esta primera parte de la película nos presenta a Mérida como un gran personaje. Otras princesas Disney se empeñan en demostrarnos con palabras lo mucho que ansían la libertad y su propia toma de decisiones, pero Mérida nos lo muestra. Mérida AMA la libertad y no nos cabe ninguna duda cuando la vemos en uno de esos días "que a veces llegan" y en los que puede hacer lo que quiera, mi momento favorito de la película y en el que Mérida brilla como un personaje maravilloso lleno de vida y emociones desbordadas. La chica más auténtica que jamás ha salido de Disney, aunque haya tenido que venir Pixar para dársela.
Pero entonces, tras ¿cuarenta? minutos muy estimables, la historia da el giro más aleatorio y estúpido imaginable, tirando por tierra todo lo construido hasta el momento. Todos los avances en el dibujo del carácter de Mérida, su conflicto, la historia tan interesante que se estaba desarrollando, se detienen aquí en seco. Comienza otra película, ramplona y con chistes de enredo tontísimos e impropios del tono que se había establecido hasta el momento, y es como si todo lo anterior apenas hubiera existido. Mérida podría haber sido una hija modelo para la Reina y habríamos llegado igualmente al mismo punto. El conflicto madre/hija queda reducido a una torpe metáfora sobre problemas de comunicación que ni siquiera se desarrolla más allá de un par de escenas. Es obvio que ha habido un millón de reescrituras en el guion, y que algunos elementos de los primeros tratamientos se han mantenido por cabezonería en una historia que quizá para ese momento ya no encajaba tan bien. De todas las formas que podía haber de conservar la figura del oso en la trama (puesto que desde el principio se nos establece como uno de los dos símbolos de la película, junto al arco), ésta es la peor con diferencia. Si se quería mantener al oso presente, una solución alternativa y mil veces mejor habría sido que el oso malo matara a la madre. Esto habría supuesto una inmensa mejoría, puesto que su mera existencia en la trama habría arreglado varios problemas básicos de la historia. Por un lado, sería una decisión coherente, porque el mismo prólogo ya nos avanza el carácter de amenaza que representan los osos para el bienestar físico de los personajes. Por otro, planteraría una situación mucho más interesante y madura del conflicto entre madre e hija, puesto que matar a la madre no significa eliminar su huella y su presencia espiritual del resto de la película (¿Mérida vagando por el bosque acompañada de la voz de la culpa, que podría sonar como la de su madre?). Y finalmente, beneficiaría el pobrísimo papel del oso malo y la leyenda que esconde detrás, que queda reducido a oportuno deux ex machina que aparece al final sólo para que a su lado el oso-madre no parezca tan malo, y para introducir un climax de acción innecesario.
Desde el giro todo se hunde. Todo lo bueno desaparece. Incluso el personaje del padre queda reducido a un mastuerzo cuya única razón de ser en la película es canalizar un chiste garrulo tras otro, reducido al nivel testimonial de los secundarios (sosísimos todos). El contraste entre el tratamiento dramático entre la transformación de la madre y la de los críos es otro punto negro, muy molesto. ¿La de la madre? Epicentro dramático de toda la segunda parte, gran riesgo de perder al ser querido y tal y cual Pascual. ¿La de los niños? Gag de mierda y poco más, ABSOLUTAMENTE nadie parece preocuparse de que los críos puedan o no quedarse así para siempre durante el susto inicial del segundo amanecer. ¿En qué estaban pensando? Brave se ha visto claramente perjudicada por su turbulenta producción y el imprevisto cambio de dirección, algo que ni siquiera es excusa viendo los exquisitos resultados de Ratatouille tras un incidente parecido.
Una cosa más. Tenía la curiosidad de comprobar finalmente hasta qué punto estaba justificado el cambio de título a mitad de la producción. Y ya puedo decir que Brave es un título ESTÚPIDO. De todos los adjetivos que podrían definir a Mérida, "valiente" es el más inapropiado, el más secundario, el menos representativo. Es valiente, pero ante todo es tozuda, es rebelde. La trama no se desencadena porque Mérida sea valiente, se desencadena porque es REBELDE. El Oso y el Arco (el título anterior) es, en cambio, un título maravilloso, que aglutina en cinco palabras los dos símbolos importantes de la película y aquello de lo que realmente va la película: de una chica y su madre. Porque la Reina es el Oso, y Mérida, el Arco. Sí, ya, me estoy refiriendo a un aspecto del guions del que he echado rayos por la boca, pero independientemente de lo que pueda pensar del devenir de la película, el título es consecuente con lo que vemos, como debe ser. En cualquier caso, otra solución argumental no tendría por qué invalidar este título y su alusión; la conexión madre/oso seguramente podría permanecer de algún modo en el guion, de forma más simbólica que literal. Todo es cuestión de currarse el libreto. El "Rebelde" que han usado en Francia, y nuestro "Indomable" arreglan algo el dislate aunque sean sólo subtítulos. Pero claro, traducir oficialmente el título habría obligado a rediseñar el complicadísimo logo para cada país. No ls culpo... Les culpo de escoger "Brave". idiotas.
En fin, como dije al principio, una pena. Un arranque estupendo y un desarrollo negligente se cargan lo que podría haber sido una gran película dentro de un género en el que conseguir algo estimulante y novedoso es complicado. Un 6.
Ranking Pixar actualizado:
13) Cars 2 12) Brave 11) Cars 10) Bichos 9) Monstruos SA 8 ) Up 7) Toy Story 6) Toy Story 2 5) Toy Story 3 (o Wall-E) 4) Wall-E (o TS3) 3) Nemo 2) Ratatouille 1) Los Increíbles
Por cierto, ¿vuestra peli de Pixar favorita es...? Soy incapaz de recordarlo, si es que lo habéis dicho alguna vez. Bueno, salvo el Cars de Eisenheim, revelaciones tan traumáticas como ésa no se olvidan...
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
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