Anoche tocó CAPITÁN AMÉRICA, y trae bajo el brazo una anécdota que si me da por ahí contaré en el post donde todo el mundo le importa una mierda lo que dicen los demás. Pero por ahora, vamos a la peli.
La palabra es "correcta". Sí, sí, ya sé que lo de "correcto" es un término pomposo de críticos con complejo de culpa y que nadie del mundo real usa en su día a día, pero no se me ocurre una palabra mejor para describirla. No provoca vergüenza ajena, no tiene nada especialmente malo, salvo detalles puntuales aquí y allá, ni destaca por nada en concreto si no contamos detalles más bien superficiales como el atractivo extra que otorga la ambientación histórica. De hecho, reconozco que el estar situada en plena segunda guerra mundial, con todo el despliegue visual y estilístico que ello conlleva, me hace estar más dispuesto a disfrutar de una peli que quizá me hubiera dado más igual de otra forma. La estética es 50%
cartel de reclutamiento y 50% art-deco, y a mí el art deco me chifla. Y encima la película tira de tecnología retrofuturista, con lo cual saben exactamente qué hacer para comprar a Miguel Roselló, el tipo al que le gusta WILD WILD WEST porque sale una tarántula gigante de hierro movida a propulsión hidráulica.
Pero esperad, porque no acaba aquí todo lo bueno que el contexto histórico otorga a CAPITÁN AMÉRICA. Porque hay nazis. Y no nazis cualquieras: nazis de opereta, de los que nos gustan a todos, los estrafalarios, malvados y esotéricos (con un pedazo de guiño a Indy en un comentario de Hugo Weaving). En este sentido, Hugo Weaving está extraordinario. No es que esté bien, o que a mí me guste ese tipo de personajes, es que da exactamente lo que tiene que dar un actor en un papel como éste: miedo sin dejar de ser un fantoche exagerado. Que su personaje esté desaprovechado y fatalmente utilizado es otra historia (por cierto, ¿el Cráneo Rojo es digital o maquillaje? Porque está la hostia de bien). Y luego está Toby Jones. No tengo palabras para describir lo grandísimo que se ve a este señor haciendo de científico loco nazi con sus gafas negras y sus pajaritas; es un maldito Peter Lorre moderno.
La película peca de lo mismo que todas las últimas películas Marvel: por culpa de los dichosos vengadores, las dos horas de CAPITÁN AMÉRICA parecen una introducción muy laaaaarga e intrascendente de la que ni los responsables están especialmente interesados en hacer una película independiente y con entidad propia. "Sí, sí, pasa a ver esto y terminemos rapidito, es sólo para que estés listo para LOS VENGADORES". Qué casualidad que a X-MEN FIRST CLASS no le pase esto. Por culpa de LOS VENGADORES tenemos que tragarnos desenlaces como el de CAPITÁN AMÉRICA, sencillamente ridículos (menuda frase para pasar a créditos, señores, menuda frase). De propina tenemos una casi-historia de amor de lo más innecesaria y sosa, que encima trata de lograr en el último minuto de película y con la susodicha frase final ridícula lo que no ha logrado en las dos horas anteriores: que nos importe una mierda, vaya. Aunque para ridículo ya tenemos lo de después de los créditos. MACHETE hacía eso, no digo más.
En resumen, la peli entretiene (aunque en algún momento miré el reloj), está bien realizada y no hay un exceso de CGI. Es una película que podría haber sido mucho mejor sin LOS VENGADORES en el horizonte (vamos, de eso estoy convencido), pero es lo que hay y tenemos que aguantarnos. Y ella se va a aguantar con un 6.
Pd.: Ni he mencionado a Chris Evans. Por qué será.
Pd. 2: Los que la hayan visto que digan algo, cagüen.