Si le he perdido el respeto a Dreamworks es porque en un principio demostró que se podía hacer un cine de animación diferente, más gamberro, más orientado a pasar un buen rato que a conseguir "la magia disney", muy desgastada por aquel entonces. Dicha magia la consiguió con creces con El Príncipe de Egipto pero supo cuándo pasar página. Tuvo un gran comienzo con Antz y una obra totémica con Shrek, película cuyo estilo inspiró a Monstruos S.A. mucho más de lo que la gente quiere admitir. Dreamworks era garantía de frescura en los argumentos y belleza técnica (los paisajes de Shrek son preciosos) y Pixar había pasado a un segundo plano. Pero claro, las tornas se cambiaron inexplicablemente. Como por aquel entonces las pelis de animación venían por pares, Pixar sacó Buscando A Nemo y Dreamworks, El Espantatiburones. Obvia decir que la diferencia en calidad es abismal, por no hablar de los doblajes.
Pixar apostó por voces famosas pero se preocupó por conseguir un buen resultado (Anabel Alonso lo hace pero que muy bien), además de conseguir una buena trama, una complejidad y un mimo a su producto que tanto caracteriza ahora a esta empresa. Sin embargo, Dreamworks se ha obsesionado con el chiste fácil, a destiempo, soltados por personajes cargantes y doblados por los peores actores o sucedáneos que han encontrado. La compañía que una vez demostró que se podía hacer un cine de animación diferente, se ha ahogado en su propia mierda, así de claro.
Y cambiando radicalmente de tema (que no quiere decir que no podamos continuarlo), hoy he visto Casino Royale, la nueva por supuesto.
El segundo buen ejemplo reciente, que se me ocurre, de cómo se puede reinventar una saga en vez de hacer dinero fácil con una secuela que ni aporta nada ni viene a cuento (el primer ejemplo es Batman Begins). Para los que decían que Daniel Craig no era apropiado para el papel decir que una vez vista la película admitirán haberle subestimado, sobretodo, por puro desconocimiento. En esta película se nos muestra un Bond menos galán y más sucio (no me refiero al higiene), frío, calculador, pero imprudente, humano, que, aunque sea un crack, comete fallos y le duelen los golpes. Una caracterización bastante acertada de lo que es un agente secreto que tiene una misión que ha de cumplir y punto. Sin adornos, ni chistecitos, ni fantasmadas, ni soberbia. No hace falta que nos pongan la persecución de coches más cara de la historia del cine para que pensemos "cómo mola Bond", sino una acertada vuelta a la simplicidad (pero una simplicidad tremendamente elaborada) de las peleas mano a mano que dotan a la película y al personaje de un realismo que se agradece tras cuatro películas de "Hola, soy Pierce Brosnan, y sí, soy muy guapo". Para mí, se merece un 8.
_________________ "Tú no sabes lo que es una clase, Marge, soy yo el que se juega el cuello todos los días. Y no estoy desvariando. Eres tú la que desvaría. Desvaría este sistema monstruoso. Y... ¿sabes? Te diré la verdad. ¡Tú no sabes afrontar la verdad! Cuando alargues tu mano, y te la encuentres toda manchada de mocos, que antes eran la cara de tu amigo, sabrás lo que tienes que hacer. ¡Olvídalo Marge, es Chinatown!"
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