ABYSS (edición especial): Vaya por delante: hace mucho que vi ABYSS y me dejó como un témpano, así que no puedo asegurar que mi entusiasmo actual sea fruto del nuevo montaje y las escenas añadidas (que no sé distinguir de las otras en su mayor parte) o simplemente del revisionado con más madurez a mis espaldas. Me he encontrado, para mi sorpresa, totalmente fascinado con la película de aventuras espaciales que se marcó James Cameron en el 89, una película de aventuras espaciales que tiene lugar aquí, en la Tierra, en ese "otro" espacio exterior en cuya magia, misterio e infinitud sólo podía reparar un director. Cameron hace del fondo marino un universo totalmente irreal y casi de ciencia ficción, y no por la inclusión de los tentáculos de agua y la raza alienígena que allí vive, sino por su propia condición de ecosistema extraño, abisal y aparentemente inabarcable, en el que podría vivir lo más maravilloso o sobrenatural que podamos imaginar. Es una película 100% Cameron, en la que la lectura "tecnología vs. vida" está más marcada que en cualquier otra de sus películas salvo tal vez los dos TERMINATOR, y en culquier caso, es abordada desde un prisma new age que emparenta a ABYSS con AVATAR más que a cualquiera de las otras películas del director. Tal vez precisamente aquí falle la edición especial, en hacer hincapié hasta niveles paródicos en su mensaje hippy, ya implícito en la original (demasiado obvio todo lo de los aliens enseñando imágenes de bombas atómicas y demás), pero por fortuna el largo metraje de la película relativiza este fallo. Técnicamente es igualmente valiosa, pues si bien resulta meritorio extraer de una producción compleja una película deliberadamente espectacular, más lo es extraer de una producción compleja (infernalmente compleja) una película que tira por unos derroteros más bien minimalistas. En este sentido, ABYSS es una lección de cine y de la valía de Cameron, que sabe distinguir muy bien entre complejidad y artificio (maravillosos seguimientos de los tripulantes corriendo por los estrechísimos pasillos, haciéndose la cámara milagrosamente a un lado para dejarles pasar). Los personajes siguen el patrón habitual de The Man: un puñado de tíos (y alguna tía en un papel habitualmente reservado para un tío, leáse Vasquez o Michelle Rodriguez) dibujados con rasgos básicos pero carismáticos y un personaje femenino fuerte y complejo (muy grande Mary Elisabetth Mastrantonio). Aquí quiero destacar a Michael Biehn, del que me ha sorprendido gratamente su estupenda interpretación como soldado paramilitar y conspiranoico, en un personaje que podría haber estado mejor desarrollado si su locura se hubiese retratado de un modo más gradualmente creciente, y no desapareciendo virtualmente del metraje para volver ya totalmente descontrolado. Pero en cualquier caso, problemas del personaje aparte, Michael Biehn está, pues eso, muy biehn. La otra grandísima virtud de la película es lo eficaz que es retratando la asfixia, la claustrofobia inherente al fondo marino. Con el intento de resurrección de Liz SUFRES, y con la agonía de Ed Harris en la inabarcable gruta submarina, SUFRES. En pocas palabras, que debo mis respetos a James Cameron por su ABYSS, una película enorme y a la vez intimista que tal vez me pareció un coñazo en su día porque no tenía la edad ni la paciencia para disfrutarla. Un 8.
También he visto MEGAMIND, pero después de la parrafada, como que no me apetece extenderme. Me ha gustado aunque como comedia no vale un pimiento (chistes láaaanguidos) y los personajes no caen demasiado en gracia (principal culpable: feo diseño general, pese al peinado de franco buen gusto de la chica), pero compensa esto con un punto de partida ingenioso y un guión que, por una vez, no parece desperdiciar dicho punto de partida y se mueve por derroteros inesperados, ocurrentes e incluso reflexivos. De algún modo consigue que algo tan trillado como "villano se vuelve héroe para derrotar a un villano mayor" parezca original e incluso metarreflexivo respecto al subgénero de superhéroes. Lo peor, como es habitual en DreamWorks, la banda sonora, para la cual han seguido su costumbre de recopilar las canciones más trilladas, sobadas y recicladas en el cine imaginables. MEGAMIND no es LOS INCREÍBLES (segunda o tercera mejor película de animación ever, ¿lo he dicho alguna vez?), desde luego, pero si os apetece algo ligero pero agradable de ver, la recomiendo, la verdad. Un 6 alto o 7 bajo.
Edito: AH, no puedo pasar el homenaje musical a ROCKEFELLER PLAZA y por ende a Tina Fey. Aplausos, aplausos.
_________________ Miguel RosellóSi te interesa remotamente leerme hablar de canciones Disney, ésta es la cuenta de instagram a seguir.
|