Lo último que he visto:
El último viaje(1974) y Metralleta Stein (1975) Dos films de la trilogía policial de José Antonio de la Loma - la otra es Razzia (la redada). Las tres películas se distinguen, de acuerdo con la época en que se realizaron, por un ensalzamiento exagerado de las fuerzas policiales, siempre presentadas como incorruptibles y abnegadas, así como por una visión de la moral juvenil a todas luces trasnochada para la mentalidad actual. Todo ello resulta menos molesto, empero, que la factura un tanto vulgar y gris que empaña a los tres títulos en su totalidad, lo que, en términos generales, podría aplicarse a casi toda la obra de su director. El último viaje, con todo, se beneficia de las fuertes presencias de Eduardo Fajardo (aquí con la voz de Rafael Luis Calvo) y Alejandro Ulloa (con voz propia) en papeles de sendos jefes de policía. En el capítulo doblaje me sorprendió oír la voz de Ricardo Palmerola, al que suponía, en aquel momento de su carrera, circunscrito a doblarse a sí mismo. El actor a quien dobla Palmerola no es otro que Richard Kolin (de nombre real José Coscolín), intérprete habitual en las películas que hiciera don Ricardo como actor físico. Metralleta “Stein” está protagonizada por Francisco Rabal y John Saxon. A éste último lo dobla el mismo director de doblaje, Arsenio Corsellas, y, al igual que otras veces en que Corsellas trabaja en un film de De la Loma, se tiene la impresión de que el doblador no “llena” del todo al actor que vemos en pantalla. A Rabal (que no debía estar disponible) lo dobla Macías: su juego es más dúctil pero su tono de voz no me casa con el actor. Cabe preguntarse lo que hubiera surgido de un intercambio de papeles entre los dos dobladores protagonistas.
Jack, el destripador de Londres (1971) El primer y más logrado de los dos films de Paul Naschy que realizara José Luis Madrid. Ambientada en la época contemporánea (o sea, a principios de los 70), trata de un segundo destripador, la sospecha de cuyos crímenes recae sobre un tipo antisocial y bebedor (Naschy). No la puedo juzgar del todo, pues la copia que vi era de baja calidad. En todo caso, el reparto de dobladores es, cuando menos, inusual. Los dos protagonistas, Naschy y Orquidea de Santis, ostentan las voces de Garriga y Consuelo Vives. Aparece la ex-niña prodigio Paloma Moreno (aquí una adolescente) aportando su propia voz y, lo que es más raro, dos de los papeles menores corren a cargo, vocalmente hablando, de Juan Velilla, al que no suponía en menesteres de doblaje (salvo consigo mismo) por aquel entonces.
Wanted Sabata (1970) Otro Spaghetti Western de Roberto Mauri, hecho con capital 100% italiano y ostensiblemente rodado en los alrededores de Roma. Nada especial pero se deja ver y tiene la idiosincrasia, para mí muy grata, del western romano de principios de los 70: un cierto tipo de iluminación, el vestuario colorido, los verdes exteriores y unos decorados genéricos que casi podrían servir para cualquier marco rural. El doblaje italiano es de alto nivel, aunque en ocasiones la intensidad de las voces crea un efecto de sobrealimentación en relación con el reparto visual, en algunos momentos no precisamente muy expresivo. (Al contrario de lo que indica la imdb, César Ojínaga no aparece en este film netamente italiano).
40 años sin sexo (1979) Film “S” de la época de la transición, debido al veterano Juan Bosch. Visto retrospectivamente, la clasificación “S” parece un tanto exagerada pues no hay mucho que pueda herir la sensibilidad de nadie, pese a que salga una escena de bestialismo, tema tratado de modo jocoso. En realidad, se trata de una serie de sketches de comedia sobre la represión sexual en tiempos de Franco y los estragos que ello crea en la transición. Bastante amena, aunque algo proclive a lo fácil, tiene una baza en las interpretaciones de Alfred Lucchetti, Carlos Lucena, Teresa Cunillé, Juan Velilla (un confesor de verbo achulado) y Joan Viñallonga, todos con sus propias voces. También hay una breve intervención de Marta Angelat (“¡Ay, dios mío!”) en el papel de una campesina beata. Llama de atención la presencia de dobladores que aparecen doblados por otros: Marta Flores por Enriqueta Linares y José Antonio Ceinos por Salvador Vidal. En la pista sonora también se oyen las voces de Fernando Ulloa, algo aproximativo con su acento andaluz, y José María Alarcón, mucho más logrado con este mismo acento: de hecho, le sienta muy bien.
Los buitres cavarán tu fosa (1972) Tenía muy buen recuerdo de este Spaghetti Western de Juan Bosch, algo disminuido con esta nueva visita por mi parte, aunque las interpretaciones de Craig Hill y Ángel Aranda me siguen impresionando por lo entregadas, y luego está la excelente partitura de Bruno Nicolai. A destacar que aparece Carlos Ronda con la voz de Pedro Sempson: no le sienta mal aunque evidentemente sea una voz muy distinta.
Delincuentes (1956) Algún libro indica que éste es el primer film español de delincuentes juveniles. No lo puedo aseverar por mi parte. Aunque está realizada por el catalán / portorriqueño Juan Fortuny, aquí no sale su actor fetiche Ricardo Palmerola, pero sí varios dobladores. Entre los delincuentes del título figuran Mario Beut (el protagonista), Miguel Ángel Valdivieso (el delator del grupo) y César Ojínaga. También está acreditada Consuelo Vives: presupongo que se trata de la actriz con la voz de Consuelo Vives, en cuyo caso se trata de la joven encinta que está casada con un hombre encarcelado. Muy bien la música, la fotografía del mismo Fortuny, y una producción excelente y atmosférica, con esmerados decorados interiores, pero todo queda disminuido por una realización plana, con demasiados planos generales estáticos y pocos primeros planos (sólo a Beut se le ve de cerca de cuando en cuando). La película fue rodada en formato scope con una lente anamórfica inventada por el mismo Fortuny, diríase que con poca fortuna: en los pocos momentos en los que se mueve la cámara, se aprecia una cierta distorsión. Entre las voces que se oyen figuran las de Elvira Jofre y Miguel Alsonso.
Crónica de un atraco (1967) Es como un Spaghetti Western moderno, ambientado en la frontera entre USA y México pero con hampones de los años 60 en lugar de bandidos. Dichos hampones (cuyo líder está interpretado por Claudio Camaso) entran en un bar y mantienen cautivos a todos sus habitantes, entre ellos un antiguo compinche de ellos (Fernando Sancho) y el hijo de éste (Tomás Milian), creando así una situación al estilo de El bosque petrificado. El film fue dirigido por Jesús Balcázar y, para ser un film de esta empresa, no carece de cierta ambición, aunque los resultados sean discretos. Las interpretaciones de Camaso y Milian destacan por encima de todo lo demás, aunque estén desigualmente servidas por los dobladores. Dionisio Macías dobla a Milian de modo frío y excesivamente sonoro, pero José María Santos está a la altura de la interpretación visual de Camaso. Por cierto que el tal Camaso, que dobló a Gerard Depardieu al italiano en Novecento, era el hermano de Gian Maria Volonté: en los años setenta, incapaz de soportar su confinamiento, se suicidó en la cárcel donde cumplía condena por homicidio.
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