¡Que conste que comento BENJAMIN BUTTON porque Eisenheim me ha presionado hasta el hastío! (Si, me refiero a lo que ha dicho en el otro post

). Bueno, en fin, como ya habréis deducido de mi ingeniosísima variación del título en el otro post (EL INTERMINABLE CASO DE BENJAMIN BUTTON, es que soy la leche, vaya; bueno, no, vale, fue la señorita Belén, grrrr), se me ha hecho muy larga. No es que sea mala, ni mucho menos, pero a mí me pasa una cosa con este tipo de películas-río, que es que me gustan mucho al principio porque entonces suelen ser más ligeras, más distendidas, más desenfadadas; pero conforme van pasando los minutos (y las horas) se hacen más serias, más trascendentales, más (se supone) complejas, más graves... Y entonces empiezan a cansarme. ¡Con lo bien que me lo estaba pasando yo al principio...! Pues eso. BENJAMIN BUTTON empieza con un aire más bien cómico y todo (sin contar el prólogo) que se extiende durante la vejez más vieja de Button, y eso unido a los alegres años veinte hace una peli muy atractiva y amena. Pero luego, conoce a Cate Blanchett y se reencuentran a los veintipico años; y entonces la película es cada vez más seria porque al parecer es obligatorio mostrar la tragedia trascendental y reflexiva sobre la vida y la muerte y bla, bla, bla... Veamos, la película no es tan profunda como trata de ser, y las interpretaciones no son tan buenas como tratan de ser: Brad Pitt está pelín distante, un poco... bueno, le falta calidez. Son los efectos digitales que lo envejezcen los que engrandecen la cosa (y es cierto, engrandecen). Y Cate Blanchett no me ha parecido tan estupenda como en otras ocasiones, la verdad.
Creo que lo mejor de la película son esos efectos especiales "inadvertidos". Digo "inadvertidos" porque son de esos que no se usan para abrumar con explosiones, monstruos raros y nada parecido, pero que la mayoría de las veces son mil veces mejores y más importantes para el desarrollo de la técnica del cine. Como en FORREST GUMP, o en ZELIG.
En fin, una película que se aguanta como puede durante las dos horas y media largas que dura y que no me ha llegado del todo, aún siendo consciente de que no es una mala película, ni mucho menos. Un 7.
Ah, y Aldeguer es UN MONSTRUO.