CHARLTON HESTON, ERES LEYENDA
Hacía tiempo que no escribía en este foro y creo que la desaparición de un ACTOR como el bueno de Charlton merece que rompa mi silencio.
Este es un foro de cine y no deseo entrar en el debate de si Heston, como presidente de la NRA, fue un firme defensor del derecho constitucional de los estadounidenses de portar y emplear armas de fuego, de si fue uno de los pocos actores que tuvieron arrestos de apoyar a Martin Luther King en su marcha sobre Washington o de si era demócrata o republicano, puesto que intentar imponer un criterio moral en un mundo como Hollywood, hogar a lo largo de su historia de violadores, pederastas, maltratadores, alcohólicos, drogadictos, etc... es poco menos que una sandez.
Yo hablo de Judá Ben-Hur, quien en su lucha por encontrar la venganza halló la paz y el perdón en la muerte de Jesucristo. Hablo de Moisés, hombre que, destinado a coronarse como Príncipe de Egipto, se convirtió en esclavo para liberar a su pueblo. Hablo de Rodrigo Díaz de Vivar, "el Cid", caballero castellano que siguiendo un férreo código del honor y de la lealtad logró recuperar el favor de su rey y el amor de su prometida en su lecho de muerte. Hablo de George Taylor, un hombre que, habiéndose librado de sus prejuicios morales, llora desconsolado ante los restos de la Estatua de la Libertad por la repentina aniquilación de su esperanza en la salvación de la civilización humana. Hablo de Robert Thorn, un detective atrapado por un espeluznante secreto cuya revelación puede hacer tambalear los cimientos del desolado y corrupto mundo en el que vive. Hablo de Steve Leech, un rudo y curtido capataz de rancho que no duda en abandonar sus todavía incipientes convicciones en pos de una muerte más que segura junto al hombre que ha sido como un padre para él. Hablo de Miguel Ángel, un artista visionario que inicia un peligroso viaje de autodescubrimiento amparado en sus ansias de alcanzar la inmortalidad a través del arte. Hablo de Christopher Leiningen, un misógino y amargado hacendado que ha de arriesgar su vida por defender lo único que la ha dotado de sentido, mientras el amor comienza a formar grietas en su viril fachada. Hablo de Robert Neville, el último hombre vivo y puede que la última esperanza para la raza humana... Todos aquellos que, habiendo leído hasta aquí, hayan esbozado una sonrisa, derramado una lágrima o sentido un escalofrío sabrán, en fin, que hablo de Charlton Heston.
Descansa en paz, amigo, pues aunque hayamos perdido a un gran actor hemos ganado una nueva estrella en el firmamento. Una estrella que brilla con más luz que las otras porque sabe que, desde hoy, es leyenda.
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