La nueva del viejo zorro, "Jurado número 2". Es de vergüenza que los de Warner la hayan estrenado casi de tapadillo, cuando el abuelo Clint lleva medio siglo trabajando para ellos y pese a su edad todavía les da películas que nunca se pasan de presupuesto y siempre dan beneficios (y no miro a nadie, ¿eh, responsables del DCEU?). La premisa es en esencia la de "Doce hombres sin piedad" pero con una vuelta de tuerca: que el jurado que busca revertir lo que parece un veredicto de culpabilidad inevitable lo hace porque
. Aunque la idea es interesante, no me gusta como está resuelta. Sobre todo esos cinco minutos finales. Clint quiere que nos hagamos preguntas sobre qué es en realidad la justicia, si la justicia es solo castigar al culpable o es algo más que eso, qué sucede cuando el acusado, aunque sea inocente del cargo concreto
, o viceversa, cuando castigar al verdadero culpable haría en realidad más daño (en este caso supondría
) . Son cuestiones interesantes pero claramente las limitaciones ideológicas en que se mueve Eastwood hace que las respuestas o no satisfagan o directamente no las haya. Quizá habría sido mejor si Eastwood hubiera dejado el desenlace más ambiguo, un poco como si fuera el espectador el que juzgara a los personajes, la película nos plantea el caso y aporta las pruebas y nosotros emitimos nuestro veredicto. Pero ha querido dejarlo todo atado y bien atado, y lo ha hecho mal. Como también ha hecho mal el resolver fuera de cámara cómo se llega finalmente al veredicto. No obstante, pese a sus defectos, dentro del penoso panorama del cine de Hollywood contemporáneo sabe a gloria, por el clasicismo de la puesta en escena, la sobriedad y la limpieza narrativa, y el sólido equipo actoral (en el que encontramos a Nicholas Hoult y Toni Collete reencontrándose 22 años después de "Un niño grande", y ese estupendo secundario que es J.K.Simmons robando escenas en los escasos minutos que está en pantalla).
Edito, porque parece que este post, antes tan vivo, está definitivamente muerto.
—"Gladiator 2": Menudo pedazo de MIERDA. La misma historia que el original pero mucho peor contada, mucho menos interesante y mucho más antipática. Personajes sin ningún interés, actores sin carisma (salvo Denzel Washington, claro), y una base histórica que daba para una gran película, totalmente desperdiciada. Qué pena que sir Ridley, alguien que nos ha regalado un buen número de grandes películas, acabe así su carrera.
—"Wicked": No todo está perdido en el Hollywood actual. No porque esta peli sea buena (no lo es) sino porque los ejecutivos no han olvidado la importancia de productores competentes (aquí, el veterano Marc Platt) que saquen adelante los proyectos a tiempo y sin pasarse de presupuesto (y no miro a nadie, ¿eh, Marvel, eh, DC?) y logrando un producto que al menos sea visible, bien empaquetado y entretenido. Otra cosa, insisto, es que sea bueno. Para serlo tendría que contar una historia interesante (en cambio, lo que nos cuenta no me interesa lo más mínimo), tener unos buenos personajes (en cambio, lo que tenemos son unos arquetipos ambulantes), una puesta en escena memorable (la que tiene es anodina, se ve que el director ha pintado poco o nada, curiosamente un punto en común con el clásico de 1939), una buena fotografía (visualmente la peli se ve bastante horrible, los magníficos escenarios están iluminados de una forma muy poco atractiva) y sobre todo, SOBRE TODO, dejar huella en tu memoria cuando las luces se encienden. Cosa que esta película no consigue, por brillante que sea la labor escenográfica del genial Nathan Crowley, por pegadizas que sean las canciones y por muchas ganas que le pongan Ariana Grande, Cynthia Erivo y sobre todo Jeff Goldblum, que sale demasiado poco. No es mala, pero tampoco es buena.