Mr Kalimotxo escribió:
Pero creo que no es sincero decir que es irrelevante la persona con el trabajo. ¿O a caso sería para ti irrelevante que un actor matase o violase a otra persona?. ¿Seguirías valorando de la misma manera su trabajo?. Permíteme que lo dude.
En mi caso, aunque la pregunta no iba para mí, afirmo rotundamente que sí, lo valoraría igual. Ya he puesto el ejemplo de Chaplin. Si hubiésemos coincido (cosa harto imposible, porque yo nací después de su muerte) probablemente le habría despreciado como persona, pero admiraría su trabajo exactamente igual.
Muchos, muchísimos personajes relevantes de la historia y de la actualidad han sido, y son, delincuentes, drogadictos, violadores, puteros, defraudadores, y lo que quieras. Según tu punto de vista, en tanto en cuanto no se conozcan esos aspectos de su vida, son potenciales merecedores de admiración y, automáticamente, dejan de serlo si el dato se hace público. Luego ni siquiera estás juzgando conductas, sino simplemente el conocimiento y la publicidad de ellas. Como resulta imposible conocer las conductas privadas (sean delictivas o, simplemente, no las consideremos acordes a nuestros valores subjetivos) de todos a quienes admiramos, la única opción para ser justo es limitarse a hacer juicios sobre aquello en lo que son relevantes que, en este caso, es su desempeño profesional. Si alguien es buen cantante, pues es buen cantante, aunque luego sea un cabrón en la intimidad. El error de base, que se comete con sorprendente insistencia, radica en que se tiende a considerar que quien nos gusta por sus actos profesionales debe, necesariamente, gustarnos por sus actos personales. En este foro, sobre doblaje, veo muy habitualmente una suerte de idolatría personal a aquellos a quienes se considera buenos en su trabajo. En fin, cada uno que se la pele con lo que quiera, pero no creo que sea ninguna exageración afirmar que habrá actores de doblaje malísimos que sean una bellas personas y actores de doblaje extraordinarios que sean unos impresentables. Por higiene mental, es algo que ni me planteo. Aquí, durante años, se masacró a nivel personal a los actores gallegos de la época de la huelga, cuando es notorio que muchos de ellos hicieron un trabajo magnífico. Luego está lo de Armando Carreras, que tuvo comportamientos vergonzosos como director en algunos doblajes, pero era un buen actor, y el linchamiento fue épico en ambas facetas, de forma totalmente injusta.
Conclusión, hay ciertas expectativas que, para que no se te vengan abajo, es mejor no tener.
Saludos