Tengo esa pregunta, por curiosidad. Os cuento, yo paso de los treinta años, fuí hasta cuarto de EGB a un colegio pequeño, el de mi pueblo, y era costumbre que nos pegaran alguna colleja que otra, eso sí los profesores que fueron de la capital, ni nos tocaron un pelo, todos los que daban leña eran de pueblos. El peor era el cura, además de collejas, atizaba con llaves, con una regla, escuadra y cartabón de madera para las que nunca ví otro uso, y también era de ponernos con los brazos en cruz y libros en las manos y todas esas historias. En mi caso no funcionaba mucho, era un poco bruto y seguía haciendo trastadas, (los chavales casi todos éramos así) a las niñas sí les afectaba más, recuerdo a una que le soltó una hostia (ni recuerdo porqué) con un candelabro y estuvo toda la tarde llorando, era una de las listas, la típica niña buena, digamos. Esto entre finales de los 80- principios de los 90.
Entre quinto y octavo de EGB nos mandaban a estudiar a un pueblo más grande, y ahí pasaba lo mismo, profesores de la capital no nos tocaban un pelo, profesores de pueblo, unas putas malas bestias. Recuerdo a un chaval asomado por la ventana un día que estaba nevando antes de empezar las clases de la tarde, y soltarle a traición y sin razón un profesor un hostiazo en la cabeza y dejarlo atontado. Ese tenía la mano larga, pero había otro hijo de la gran puta que soltaba hostias con el anillo, aunque por suerte no lo probé, pero collejas unas cuantas. Luego estaba el director, que también daba clases, y desgraciada e incomprensiblemente tenía buena reputación. Ese cerdo le miraba el culo a las chicas, a alguna le daba azotes y todo, y hacía bullying a bastante gente. A un amigo mío lo humillaba siempre que podía y se metía con su pueblo, y compadreaba con los chavales de la mierda de pueblo al que nos había tocado ir. También se metió con mi pueblo, sí. Casi todos los chavales que íbamos de fuera nos llevábamos mal con los de ese pueblo y odiábamos a los profesores, que favorecían siempre a los niñatos de allí, por ejemplo si queríamos gominolas, teníamos que darle dinero a algún puto imbécil de allí e invitarle, y eso que el kiosco estaba dentro del recinto, pero el hijo de puta del director ponía unos límites absurdos, todo para tener que invitarles. Sí, no es coña, todo esto es tal cual lo cuento. Esto fue en los años 90.
Cuando me fuí al instituto, ahí cambió todo, ningún profesor puso jamás la mano encima a nadie al menos delante de mí. Pues bien, hablando con amigos, todos los de la capital me han dicho que jamás en el colegio o en el instituto un profesor les tocó un pelo, ahí incluyo a la chica con la que salía, que era unos años mayor que yo. De ese grupo de amigos, así como de otra gente con la que he hablado que son de pueblos, a todos les han zurrado, salvo, como os dije anteriormente que fue en mi caso, que les tocara algún profesor de la capital. De ahí mi duda, si esto es o era típico únicamente en los pueblos, o es por la zona de donde soy yo. Supongo en cualquier caso que las cosas han cambiado y ya no se recurre a las "caricias" para motivar al alumnado. Disculpas por los tacos, pero los considero necesarios para describir mejor la situación, ya que es un tema que me encabrona bastante.
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