Aun no tiene una edad muy avanzada, tan sólo 59 años, y ha declarado que piensa retirarse del mundo de la música. Es Lluís Llach, uno de los más grandes representantes de la "Nova Caní§ó" catalana, que ha decidido retirarse. Algunos piensan que es debido a que su propuesta de actitud comprometida contra lo que no le parece justo, sobre todo políticamente, no encaja ya con la actual postura y gustos de la gente, a la cual ya no le seduce el cantautor con sus denuncias políticas que tanto gustaban en la década de los años '60 y '70, sobre todo.
Artísticamente no cabe ningún reproche a Llach, que ha sido coherente siempre, aunque no estuviéramos de acuerdo con sus ideas, sobre todo cuando, con cierto aire de superioridad, nos decía, allá por la década de los '80, que "...El que no se compromete es un idiota". No es un idiota, amigo Lluís. Simplemente que no ve las cosas como tú. No todos sabemos ir contra lo que nos parece injusto como un superhéroe de cómic (como Superman ó Batman) ni como un intrépido personaje de Emilio Salgari (como Sandokán), aunque admiro tu coherencia y no ceñirte jamás a las modas de la sociedad de consumo.
Pero Lluís Llach nos ha dado algunas de las mejores canciones de la "Nova Caní§ó" catalana que hoy en día, escuchándolas, aunque no todos dominen el catalán, te emocionan, sobre todo si escuchamos la mítica grabación del concierto que Llach dio en Barcelona en Enero de 1976, con todo el público coreando la letra de su obra maestra "L'estaca", con sus versos "Si estirem tots / ella caurí / Molt de temps / no pot durar. / Segur que tomba, tomba, tomba / Ben curcada deu estar..." (Si tiramos todos de ella, ella caerá. Mucho no puede durar. Seguro que cae, cae, cae. Muy podrida debe de estar). Una manera que él supo plasmar como nadie en una canción-protesta, que arraigaba muy bien en una época en la que aun había ideales en la gente. Fíjense si "L'estaca" era buena, que un equipo de rugby francés utiliza la canción como su himno, igual que el Barí§a utiliza el ya inmortal "Blaugrana al vent".
Pero hoy en día, con esa nefasta influencia de la fórmula "Operación Triunfo", que nunca ví bien pese a que a mis parientes y a mi ex novia le encantaban, cantantes como él y como Sabina, Miguel Ríos, etc. etc., ya no encajan en la música actual. Por ello Lluís Llach ha decidido hacer unos recitales en el Teatre Apolo de Barcelona, con gran éxito, y poco a poco retirarse. Hará incluso uno en el Olympia de París, lugar en donde sólo actúan los grandes de verdad, en donde se le aprecia mucho, una de las virtudes (alguna habían de tener) de los franceses para con la gente con verdadero talento en la cultura, sin importarles que cante en un idioma minoritario, como el catalán (tampoco se lo reprochan a María del Mar Bonet, la cantautora mallorquina, igualmente cantante en la misma lengua).
Le echaremos de menos, aun tenemos al gran Joan Manuel Serrat, afortunadamente curado de un cáncer, pero habrá de cuidar algo de nuestra cultura apreciado mundialmente como quien se va a retirar.
Y lo repito: en otros países no dan importancia a que Llach sólo cante en catalán. La cultura no tiene idioma.
|