Es un pensamiento que me asaltó ayer cuando me dio por ver ésta cosa en youtube.com.
http://youtube.com/watch?v=BHH4ZNS25Kc
Aparte de que espero con toda mi alma que nadie sea capaz de decir que ha disfrutado con este engendro tejido a trompicones a partir de parodias inconexas (es más, como sea un éxito voy a empezar a preocuparme MUY SERIAMENTE por el estado del encefalograma de la población mundial); aparte de eso, hay una cosa que me inquieta. Me refiero a cómo deben afrontar los pobres actores de doblaje este tipo de trabajos. Me imagino al pobre Abrahám Aguilar diciendo "soy Harry Petas" y queriendo esconderse en cualquier rincón oscuro tras grabar el take.
Por supuesto, sé que se trata de un trabajo, y por eso no puedo hacer menos que felicitar a los que he oído en este trailer (Muelas, Aguilar, Beteta...) por esforzarse en hacer una interpretación digno (que la hacen) con tal materia prima.
Supongo que más de uno saltará diciendo que no tengo por qué ser tan prepotente o cosas así, pero la verdad es creo que nadie debería tomarse a mal estos comentarios míos... Sea como sea, bodrios como éstos no deberían ni escribirse, y de verdad, hay gustos para todos los colores, pero me preocuparé por la salud mental del que defienda esta cosa. Si yo tuviera que doblar una cosa así, lo haría lo mejor que pudiera, como no dudo que han hecho los ya mencionados, pero ni por un momento dejaría de pensar "Dios, vaya mierda de película estoy doblando".
Pdt.: Haced caso omiso a los absurdos comentarios que hay bajo el vídeo, se trata de otra discusión de gilipollas sobre qué doblaje es mejor, el español o el sudamericano. Eso sólo denota etnocentrismo, una conducta infantil y ridícula y estupidez de la más vergonzosa. Me revienta, en serio.