La verdad es que a mi parecer, la calidad del doblaje en Barcelona en la década de los 60 sufrió un notable bajón con respecto a los 50, siendo para mí LA ÉPOCA DE ORO, los años 50-56 (los mejores años de Voz de España).
Lo curioso del caso es que, en principio, había motivos suficientes para que la calidad fuera aún mejor, porque al cerrarse los estudios de la Metro, se juntaron todos en Voz de España. Pero precisamente ese hecho provocó el caos total, haciendo que según quién dirigiese, los papeles fueran a parar a uno u otro. Si os fijáis, en la época que yo califico "de oro", se respetaban mucho más las asignaciones tanto en la Metro como en Voz de España. No sucedió así en los 60.
Hombres:
Peña, Calvo y Ovies (hasta su muerte) se encargaban de los actores secundarios de carácter, más alguna estrella consagrada (Wayne, Peck).
Corsellas y Sansalvador de los tipos duros o galanes maduros, la mayoría heredados de Soriano y Navarro. Y por aquí, flojeó el doblaje barcelonés en esa década, ya que la innegable calidad de Corsellas y Sansalvador no era suficiente como para paliar la diferencia de edad con los actores a quienes doblaban y sobre todo, hacernos olvidar que esos actores habían hablado antes con otra voces.
Cano y Rogelio se intercambiaban los galanes jóvenes como si estuvieran jugando al tenis "tuyo, mío, tuyo, mío", responsabilidad del director, no de ellos, dicho sea de paso.
Díaz, Valdivieso y Angelat se encargaban de los actores "especiales". Por lo menos, éstos sí mantenían sus asignaciones.
Y por último Aura que lo mismo doblaba a un galán (Redford) que a un duro (Eastwood).
Beut y Martín nunca acabaron de cuajar.
Mujeres:
Elsa se encargaba de las mujeres de carácter mientras que Solá y Guiñón hacían lo propio de las mujeres dulces. Pero dado que siempre había menos mujeres en los repartos, con tres tenían más que de sobra.
Durá y Jofre pasaron de ser primeras estrellas, prácticamente a ser comparsas, doblando personajes mayores secundarios y perdiendo todas sus asignaciones habituales.
La maravillosa Maribel Casals intentó volver pero sus propios compañeros y compañeras le cerraron las puertas. Aparentemente, su voz ya no tenía la juventud suficiente de la que sí disponían Solá y Guiñón. Y el tipo de papeles que hubiera podido bordar, no le dejaron hacerlo. Directores y clientes opinaron que Elsa se bastaba y se sobraba ella solita para hacer a TODAS las protagonistas maduras con algo de carácter. Lo cual, dicho sea de paso, restó una riqueza de matices enorme al doblaje femenino de esa época.
Lombarte también se vio forzada a una retirada prematura desde que Santigosa dejó Voz de España (de hecho, sólo volvió a oírsela en películas dirigidas por él en Balcazar).
Yo creo que lo de "generación fallida" fue debido a que había demasiados actores de primera fila en unos solos estudios, Voz de España. Y como dice la canción "no había cama pa`tanta gente"...
La razón por la que en los 70, afortunadamente, pudieron emerger jóvenes estrellas, como Constantino, Vidal, Camilo, Moral, Solans (que aunque se inició en los 60, pasó prácticamente desapercibido) o el propio Pepe, fue el esplendor (pasajero) de Balcazar y Parlo. Ello "forzó" a Voz de España a hacer contratos en exclusiva (casos de Constantino, Pepe, Moral, Lleonart) para así poderse asegurar una calidad en sus doblajes.
En mi opinión, los 60 fueron los años más flojos de Voz de España (aunque en comparación con el doblaje de ahora, fueron maravillosos) y fue una década donde los mejores doblajes se hicieron, bajo mi punto de vista en Madrid, sobre todo en los estudios de Sevilla Films-Sincronía, donde Bañó-Antolín-Guardiola-Arenzana-Carrillo-Honrubia y Del Puy formaron el equipo más compacto y mejor compenetrado de nuestro país. O como diría el amigo Dobaldor "o así me lo parece".
_________________ montalvo
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