Foros eldoblaje.com :: www.eldoblaje.com


       
Doblaje ON LINE - CPA Salduie

 

Fecha actual Mar Abr 16, 2024 11:26 am

Todos los horarios son UTC+02:00




Nuevo tema  Responder al tema  [ 5 mensajes ] 
Autor Mensaje
MensajePublicado: Lun Mar 19, 2018 11:36 pm 
Desconectado
Usuario Master
Usuario Master

Registrado: Mar Oct 08, 2002 5:13 pm
Mensajes: 1224
Por petición del amigo Dobaldor me decido a compartir con vosotros lo que escribí en el año 2012 sobre ella. Forma parte de un libro que tenía intención de escribir y publicar pero que nunca tuve tiempo de terminar y ahora tengo menos tiempo aún. Me gustaría recalcar que han pasado seis años desde que escribí aquello y en ese tiempo he podido oír unos cuantos doblajes más de ella, los cuales no pude, lógicamente, comentar en aquel entonces. Tal vez algún día encuentre el tiempo y la motivación para ampliarlo y ponerlo al día. Entre tanto, espero que os guste y que sirva para ayudar a conocer y divulgar un poco más su extraordinario trabajo.


"En la vida todos tenemos nuestras preferencias, nuestras debilidades, esas personas o cosas que, con razón objetiva o sin ella, consiguen entusiasmarnos y gozan de nuestra más sincera devoción. No es ningún secreto que en lo que se refiere a actrices de doblaje Maribel Casals es, desde que descubrí su existencia hará unos diez años, “la niña de mis ojos”, o más adecuadamente en este caso “la dama de mis oídos”. Porque Maribel Casals era ante todo una dama, dotada de una voz impregnada de la clase que sólo le es reservada a unos pocos privilegiados.Y dicha clase estaba siempre presente en sus interpretaciones. De la misma manera que, según el Mago del supense, Cary Grant podría haber actuado con un huevo podrido en la cara y habría seguido siendo el actor más elegante del panorama cinematográfico universal, Maribel sabía llegar a los extremos sin sobrepasar el umbral que separa el buen gusto del no tan bueno. Muchas de sus compañeras, geniales también, tenían un punto débil: cuando gritaban sonaban demasiado estridentes, desagradables al oído, y no porque el personaje lo requisiese, sino por su manera exagerada de gritar, en vez de proyectar la voz con la maestría que caracterizaba a Casals.

Le he oído a algunas personas, algunas de ellas profesionales cualificadas del doblaje, hablar de Maribel con una cierta indiferencia, alegando que tendía a resultar demasiado “llorona”. Tal afirmación me parece no sólo injusta sino que no se ajusta a la realidad. Sí, tiene algunos doblajes, muy pocos, en los que resulta así, rara vez de manera injustificada. Pero en el global de sus interpretaciones, el abanico de registros demostrados y el estilo interpretativo de las actrices a quienes dobló, totalmente variopinto, dejan bien a las claras que Maribel fue una soberana actriz capaz de doblar a quien fuera, de apoderarse de ella y de que sonasen como si no hubieran tenido otra voz en español. Por supuesto, nadie es infalible y hay algún doblaje suyo que me entusiasma menos, pero no llega ni al 5% de todo lo que he oído de ella.

Maribel tuvo una dificultad añadida, en comparación con compañeras mucho más valoradas que ella, como Elsa Fábregas, María Luisa Solá, Rosa Guiñón, María Victoria Durá o Elvira Jofre, por limitarme a actrices de doblaje de Barcelona. Dicha dificultad estriba en que Maribel sólo dispuso de una década para pasar a la historia, para permanecer en la memoria afectiva del espectador español. Y si apuramos, apenas si fueron cuatro años, entre 1952 y 1955, en los que tuvo la ocasión de doblar con asiduidad a primeras estrellas. Teniendo en cuenta que un elevadísimo porcentaje de esos doblajes han quedado sepultados vilmente bajo infames redoblajes, no es de extrañar que ni siquiera el espectador español más interesado en el doblaje tenga claro lo que Maribel significó para el mundo del doblaje.

¿Quién fue Maribel Casals? ¿Por qué unos pocos “privilegiados” (en el sentido de que hemos podido oírla más que la mayoría) consideramos a Maribel sino como la mejor actriz de doblaje de la historia –algo difícil de establecer, al no tratarse de una competición deportiva- sí la que más ha calado más hondo en nuestro corazón? Tal vez porque Maribel desapareció de la noche a la mañana sin que su voz se hubiera desmoronado ante nuestros oídos, probablemente porque nos dejó con las ganas de seguir oyéndola más y más veces, con las actrices a quienes ella dobló mejor que nadie (Julia Adams, Lauren Bacall, Yvonne de Carlo, Barbara Stanwyck, Ruth Roman, Jane Russell) o con nuevas actrices que se hubieran adaptado a la evolución de su voz. Afirmar que Elsa Fábregas ha sido la número uno indiscutible, sea cierto o no, venerarla, no tiene demasiado mérito. Es la respuesta fácil. Elsa tuvo tuvo ocho décadas para demostrar su valía, y vaya que si lo hizo. Nadie es capaz de mantenerse toda una vida en la cima sin poseer unas cualidades fuera de lo común, y nadie pondrá jamás en tela de juicio que Elsa tenía todas ésas y más. De la misma manera que hay algunas actrices a quienes siempre asociaré la voz de Elsa (Doris Day, Vivien Leigh, Jean Peters).

Maribel Casals procedía de la radio y comenzó su andadura en el doblaje en el año 1950. En la Metro, en Acústica, en Voz. En la Metro tenía por delante a Elsa, Elvira y Marivi, en Voz a Elsa, siendo ella la número dos. Sin embargo, en Acústica fueron Rafael Navarro y Marta Fábregas quienes sí depositaron confianza en ella como primera actriz (lo cual ya era en la radio). La Joan Fontaine de “Sangre en las manos” o la Märta Toren de “El submarino fantasma” y “Contraespionaje” fueron algunas de sus primeras posibilidades de lucirse. Lo cual, sumado a la Marilyn Monroe de “La jungla de asfalto” (Metro, 1950) o la Andrea King de “El capitán pirata” (Voz, 1950), la Alexis Smith de “Las dos señoras Carroll” (Voz, 1951), la Cyd Charisse de “Mundos opuestos” (Metro, 1951) o la Patricia Neal de “Tres secretos” (Voz, 1951) supusieron una fulgurante llegada al mundo del doblaje.

Pero fue en 1952 cuando “nació” la verdadera Maribel Casals y en ello jugó un papel determinante la diosa fortuna. Elsa decidió marcharse unos años a Madrid y ello le dejó el camino libre. Ese mismo año se contrató por tres años y ello implicaba que el por lo menos el 50% de las protagonistas serían para ella (siendo el otro 50% para la otra contratada, Carmen Lombarte). Y lo cierto es que el equipo que formaban ella, Lombarte, Soriano, Peña, Santigosa, Ibáñez, Menéndez, Linares-Rivas, Barrero, Liaño, etc, nunca fue superado en cuanto a armonía y compenetración. Era un auténtico “dream-team” del doblaje. Y empezaron a sucederse las primeras actrices: nuevamente Märta Torén en “Casbah” y “Siroco”, Anna Magnani en “Noble gesta”, Yvonne de Carlo en “El halcón del desierto”, Cyd Charisse en “El signo del renegado”, etc. Incluso actrices de limitadas capacidades interpretativas cobraban una nueva dimensión en español, como la de Peggy Dow de “El invisible Harvey”, la Peggie Castle de “Su alteza, el ladrón” y “La princesa Samarkand” o la Mari Aldon de “Tambores lejanos”.

De ese año, 1952, caben destacar dos doblajes: el primero sería la Claudette Colbert de “Tempestad en la cumbre”. Era difícil hacer olvidar lo que Doña Irene Guerrero de Luna llevaba décadas haciendo con ella en Madrid, pero Maribel realizó una labor sobresaliente, captando la bondad, pero así mismo las dudas de una monja que trata de redimirse de una mala acción pasada. Como anécdota, señalar que la voz de Casals se parecía más a la de Colbert que la de Irene Guerrero.

La segunda película a destacar sería “Horizontes lejanos”. Grandísimo western de Anthony Mann, con un reparto estelar y con una bellísima Julia Adams. Con esta actriz Maribel consiguió lo mismo que Elsa con Jean Peters, que pareciera que fuera su propia voz hablando en español. Si Adams ya era guapa, aun sin abrir la boca, cuando lo hacía y sonaba la sensual y armoniosa voz de Casals, la simbiosis era perfecta. Afortunadamente, hubo una serie de títulos en que se repitió esta gran asociación: “El desertor del Álamo”, “El caballero del Mississippi” o “La mujer y el monstruo”. Y en todos ellos, el resultado fue igual de perfecto. Ni la propia Elsa conseguiría superarlo en el innecesario redoblaje de “Horizontes lejanos”, veinte años más tarde ni en 1956 en “La guerra privada del Mayor Benson”, donde presumiblemente fue ella quien tuvo que se hizo cargo de esta actriz, al no estar ya Maribel contratada.

Pero volvamos a 1953, año que siguió deparando grandes doblajes de Maribel. Loretta Young en “El secreto de Paula”, Shelley Winters en “Un paso en falso”, Audrey Totter en “El hombre en las tinieblas”, su querida Märta Torén en “Murallas de silencio”, Phyllis Thaxter en “Veneno implacable” y “El honor del Capitán Lex”, Ruth Roman en “Colt 45”, Mauren O’Hara en “La isla de los corsarios”, Patricia Neal en “La flota silenciosa”, Julie London en “Raíces de pasión”, Deborah Kerr en “Tempestad en Oriente”, Betsy Drake en “Hogar, dulce hogar”, Ingrid Bergman en “Europa 51”. Phyllis Calvert en “Reto a la muerte” y un larguísimo etcétera. Nuevamente sobresalen algunos doblajes con luz propia. La Colette Marchand de “Moulin Rouge”, donde tuvo la dificultad añadida de tener que hablar toda la película con un marcado acento francés. Soy poco amigo de los acentos en el doblaje y tal vez no habría sido estrictamente necesario, pero lo cierto es que resulta muy creíble. Su personaje de Marie Charlet, el único amor en la vida de Toulouse Lautrec (aparte del de su madre), una muchacha de los bajos fondos, llena de mal genio y con todo menos clase, se hallaba en un principio en las antípodas de la serena y elegante voz de Casals. Pero cuando había que ponerse el mono de trabajo y meterse en la piel de un personaje diametralmente opuesto, a Maribel no se le caían los anillos y demostraba que ella valía para un “fregao” lo mismo que para un “barrido”. No cabe duda, sin embargo, de que su doblaje estrella ese año fue la Betty Hutton de “El mayor espectáculo del mundo”. Quien piense que Maribel tenía una voz llorona, que oiga bien esta película, al alcance de cualquiera, y que recapacite. Es tal la energía, el positivismo, las ansias de vivir, la fé en sí misma que desprende la actriz con la voz de Casals que resulta imposible no contagiarse uno mismo cada vez que se oye el sonido de su voz. Una actriz en principio menor, en un film simplemente para pasar el rato, pero que demuestra bien a las claras el poder del doblaje de transformar un mero entretenimiento en una experiencia inolvidable e imperecedera, que uno puede visionar una y otra vez sin cansarse. Y ese doblaje, ella en particular, son los responsables de que esa película merezca más de un visionado, y no la propia historia de la película.

Entramos en 1954, y Maribel Casals sigue su trayectoria imparable hacia el estrellato. Shelley Winters en “Rebelión en fuerte”, Alexis Smith en “Montana”, Alida Valli en “La montaña trágica”, Brenda Marshall en “Smith el silencioso”, Linda Darnell en “Perseguida”, Jean Arthur en “Raíces profundas”, June Allyson en “Música y lágrimas”, Arlene Dahl en “Rifles de bengala”, “La legión del desierto” y “La mansión de Sangaree”, Joanne Dru en “La legión invencible” y “Bahía negra”, Anne Baxter en “Gardenia azul” y “Yo confieso”, Patricia Neal en “El manantial”, Barbara Stanwyck en “Soplo salvaje”, etc. Ese año, Maribel logró una serie de doblajes aún más memorables que los del año anterior.
Como Yvonne de Carlo estuvo realmente sublime en “El capitán Panamá” y “Gavilanes del estrecho”. Elsa, la primera voz en Barcelona de la bellísima y sensual actriz, había dejado el listón altísimo, casi imposible de superar. Pero Maribel lo consiguió. Se compenetró de un modo increíble con el rostro de De Carlo y resulta una delicia ver y oír esos doblajes.

Como Rita Hayworth en “Salomé” (el de “Los amores de Carmen” desgraciadamente se ha perdido) demostró que esa mezcla de sensualidad y fuerte carácter eran su fuerte. Mezcla que repitió con el mismo acierto con Ruth Roman en “Tanganica” (doblaje perdido) y “Tierras lejanas”. Sin duda, fue Maribel la mejor voz de esta actriz, por delante de Carmen Lombarte o María Luisa Solá.

Sus dos doblajes estrella de ese año, de entre los que se han conservado, fueron la Joan Crawford de “La envidiosa” y la Barbara Stanwyck de “Su gran deseo”. Y es que si una actriz como ella era capaz de otorgarle brillo a las más oscuras actrices originales, ¿qué no había de hacer si le ponían por delante a dos de las mejores actrices de su generación? Nuevamente le habían puesto el listón muy pero que muy alto con estas actrices: su compañera Esperanza del Barrero como voz ideal de Joan Crawford y la todo-terreno Mercedes Mireya como voz de la Stanwyck. Bien, pues con la pasmosa facilidad de los grandes campeones, llegó ella y superó el listón. La simbiosis con Barbara Stanwyck y su enorme parecido con la voz original, la cual calca a la perfección, es algo maravilloso. Aquí sí se trataba de una actriz en la que Maribel podía moverse a sus anchas, derrochando clase a la par que fuerza y convicción.
Reconozco que afronté con escepticismo su doblaje de “La envidiosa”, un poco decepcionado porque no fuera la que hasta entonces consideraba la mejor voz de Joan Crawford, Esperanza del Barrero. Pero es tan memorable el doblaje que efectúa en esa película, mostrando una extensísima amalgama de registros, una cantidad de cambios de ritmo y de tono, que a los pocos minutos ya estaba rendido a sus pies, llegando a su punto culimante en la media hora final de la película, donde mantiene sendos duelos por todo lo alto con una Ángela Liaño más inspirada que nunca y con un Santigosa brillante. En pocos segundos es capaz de sonar tremendamente despreciativa “No tolero semejante insolencia de un sirviente”, indignada “¿Quiere decir que se marcha?”, dureza “¿No cree Ud. que debería habérmelo dicho con tiempo?” y acto seguido, cuando ve perdida la batalla, brutal cambio de tono cuando dice “Vamos, Sra. Harold, no vayamos a hacer algo que luego lamentemos” y nuevamente vuelta al registro despreciativo “Está bien, puede marcharse”. Un doblaje para proyectar en las escuelas y mostrarles el camino a las aspirantes a actrices. Yo sinceramente creo que a Maribel le iban este tipo de papeles de mujeres duras como anillo al dedo, mucho mejor que a Elsa, a quien en mi opinión le iban más las mujeres dulces y neutrales.

En 1955 se asoció a Jane Russell, otra mujer de fuerte personalidad, en títulos como “Los caballeros las prefieren rubias” o “La sirena de las aguas verdes”, no así en “Las Vegas”. La razón, muy sencilla. A mediados de ese año, Maribel se descontrató para casarse. Y dicha decisión fue decisiva para el devenir de su carrera. Santigosa tuvo que buscarle una sustituta y quién mejor que la que le había dejado el camino libre, su gran rival, Elsa Fábregas. Así que le ofreció un contrato de lujo para que volviera a instalarse en Barcelona y ésta no se lo pensó dos veces. A partir de ese momento, todo cambió para Maribel. Cuando a los pocos meses intentó volver, la situación era bien adversa. Elsa y Lombarte eran ahora las contratadas y para ella ya sólo quedaría la tercera en discordia. Probó fortuna en la Metro, donde dobló a Marge Champion en “El amor nació en París”, pero se enfrentó con el mismo problema. Elvira Jofre y Marivi Durá estaban contratadas y para ella sólo quedaban los restos. Así que no le quedó más remedio que irse a Parlo, donde en aquel entonces no se doblaba demasiado cine extranjero, sino más bien producciones nacionales o coproducciones. Y hasta 1960, picoteó en todos los estudios, volviendo de vez en cuando a sus estudios predilectos, Voz de España, pero siempre en películas con mucho reparto femenino, en las que había necesidad de una tercera voz, como la Ida Lupino de “Mientras Nueva York duerme” o la Lauren Bacall de “El mundo de es de las mujeres”. El grado de identificación que consiguió con esta última fue extraordinario, tanto en esa película como en “Mi desconfiada esposa”, ésta última doblada en Metro-Dipenfa. Junto con Celia Honrubia fue sin duda la mejor voz de la Bacall y debería haber sido ella su voz en “Escrito sobre el viento”, donde la voz demasiado neutra de Elsa se le quedaba pequeña a la tremenda personalidad y madurez de la Bacall.

El colofón final a su carrera lo puso en 1960 con dos títulos. “Imitación a la vida”, en la que sorprendentemente doblaba a Juanita Moore, la sirvienta negra de Lana Turner, demostrando que no sólo sabía doblar a primera estrellas llenas de glamour. La otra fue la Jane Russell de “Los implacables”, doblada en Parlo, y en uno de sus pocos duelos con Rafael Luis Calvo, con quien coincidió muy poco, pues sus años de esplendor en Voz de España (1952-1955) coincidieron con una ausencia del Papa en esos estudios.

¿Por qué despareció Maribel de la noche a la mañana y esta vez por completo? Cuentan que dejó el doblaje para dedicarse por completo a sus hijos, ya que acababa de quedarse embarazada. Una decisión muy comprensible, sobre todo en aquellos tiempos, pero que nos dejó a los espectadores españoles un vacío irremplazable. Cuando intentó volver al doblaje unos 10-15 años más tarde, ya nadie quiso saber de ella. A diferencia de Lola Cervantes en Madrid, a quien se recibió con los brazos abiertos casi diez años después de su semi-retirada, a Maribel se la ignoró por completo. Sus otrora compañeros del alma miraron hacia otro lado y dejaron que su número de teléfono fuera cogiendo polvo. No la llamaron, ni para protagonistas, ni para secundarias. Para nada. Elsa, María Luisa Solá, Rosa Guiñón se repartieron todo el pastel, un pastel que era lo suficientemente grande como para dar cabida a un monstruo del doblaje como Maribel, porque si con lo poco que hemos oído de ella, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que ella fue una de las más grandes que jamás han existido, ¿qué pensaríamos si no se hubieran sepultado y pudiéramos disfrutar alguno más de sus míticos doblajes, como la Deborah Kerr de “De aquí a la eternidad”, la Anne Baxter de “Yo confieso”, la Jean Arthur de “Raíces profundas”, la Barbara Stanwyck de “Soplo salvaje”, la June Allyson de “Música y lágrimas” y sobre todo un doblaje que parece ser fue digno de ser enmarcado, el de Patricia Neal en “El manantial”? ¿Qué pensaríamos entonces?"

Saludos.

_________________
montalvo


Arriba
   
MensajePublicado: Mié Mar 21, 2018 2:59 am 
Desconectado
Usuario Experto
Usuario Experto

Registrado: Mar Oct 08, 2002 1:35 pm
Mensajes: 540
Una delicia, Montalvo. Una verdadera delicia.
¡Gracias!


Arriba
   
MensajePublicado: Jue Mar 22, 2018 12:12 am 
Desconectado
Usuario Habitual
Usuario Habitual

Registrado: Dom Sep 28, 2003 2:05 pm
Mensajes: 242
Impresionante documento, como diría aquel popular radiofonista.
Además de su relato ahí queda reflejado todo un estudio, investigación y consideración a una profesión a la que tanto el autor como el que suscribe seguimos amando. Y ahí está la diferencia entre ese esfuerzo y dedicación durante años por amor al arte que no hacer del arte una profesión. Y a buen entendedor con pocas palabras bastan. O asi me lo parece.


Arriba
   
MensajePublicado: Lun Abr 02, 2018 11:59 am 
Desconectado
Usuario Avanzado
Usuario Avanzado

Registrado: Lun Oct 07, 2002 11:50 pm
Mensajes: 424
Mi más efusiva felicitación y admiración al amigo Montalvo por este documento. Genial!!
Gracias, Jorge


Arriba
   
MensajePublicado: Jue Abr 05, 2018 12:24 am 
Desconectado
Usuario Master
Usuario Master

Registrado: Mar Ago 18, 2009 2:03 pm
Mensajes: 1158
Buenas noches

Yo también quisiera expresar mis felicitaciones y agradecerte, Jorge, esta semblanza de la trayectoria de Maribel Casals.

Un saludo para todos.


Arriba
   
Mostrar mensajes previos:  Ordenar por  
Nuevo tema  Responder al tema  [ 5 mensajes ] 

Todos los horarios son UTC+02:00


¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 22 invitados


No puede abrir nuevos temas en este Foro
No puede responder a temas en este Foro
No puede editar sus mensajes en este Foro
No puede borrar sus mensajes en este Foro

Buscar:
Ir a:  
Desarrollado por phpBB® Forum Software © phpBB Limited
Traducción al español por phpBB España