Se ha estrenado hace apenas un par de semanas EL CASTILLO AMBULANTE, la última maravilla del gran Hayao Miyazaki, aunque creo que no está obteniendo la repercusión de EL VIAJE DE CHIHIRO, su anterior película. Para los que no hayan ido a verla, les animo: es una película extraordinaria, muy típica de su autor (los que hayan seguido su carrera inmediatamente reconocerán una serie de elementos característicos), y admirable desde cualquier punto de vista: el gráfico, el ritmo, el interés de la historia, la profundidad psicológica de los personajes (ya quisiera el cine de aventuras de imagen "real" igualarlo esto último: yo creo que si los personajes no son interesantes, tampoco pueden interesar sus aventuras, por muchos peligros en que se metan: no hay la necesaria identificación).
Pues bien, fui a verla doblemente ilusionado: por el reencuentro con Miyazaki y por la ficha de doblaje que llevaba varios meses incluida en la base de datos. Mi felicitación más absoluta, tras haber escuchado el trabajo al fin, a ALFONSO CASTILLO, director del trabajo: EL CASTILLO AMBULANTE posee el mejor doblaje de dibujos animados que he podido escuchar en muchos años.
La decadencia del doblaje a mí en particular me trae por la calle de la amargura en el tema de la animación: en un dibujo animado, la voz es un elemento que caracteriza al personaje en mayor medida incluso que con un actor de carne y hueso, que después de todo mantiene su propia gestualidad. No hablo ya de los horrores doblados por famosetes ni por actores populares no hechos al trabajo en este campo, sino también películas dobladas por profesionales del medio. Por ejemplo, se me hizo muy cuesta arriba EL VIAJE DE CHIHIRO porque, con excepción de las voces veteranas (MEDIAVILLA, CONTRERAS) el resto era un conjunto monótono e intercambiable. Por no hablar de ICE AGE, ahora de cercano estreno su continuación...
En EL CASTILLO AMBULANTE no ocurre eso: los personajes principales están doblados de modo estupendo, por voces con personalidad que "animan" en gran medida el interés de los mismos. Hablo de MAR BORDALLO y PILAR GENTIL para el doble papel de la protagonista, joven y anciana, maravillosas ambas. Hablo de IVÁN MUELAS para el papel del brujo Howl, al que da la vulnerabilidad y encanto que éste demandaba. Hablo de ALFONSO LAGUNA, tan infrautilizado desgraciadamente desde hace décadas, para animar a Calcifer, el espíritu del fuego (trabajo aún más encomiable, porque tiene que dar personalidad a una llamita con dos ojos y una boca, sin más). Hablo de MATILDE CONESA para dar vida a la poderosa bruja de brujas, Madame Sulima, que aparece poco pero por ello tiene que impresionar más aún.
Y hablo, y aquí aplaudo especialmente al director del doblaje por ir a contracorriente, de la elección de CHELO VIVARES para poner la voz al personaje de un NIÑO, el mago-ayudante de Howl. El magnífico trabajo de Chelo me reafirma en que los niños doblados por niños resultarán muy naturales pero no pueden igualar (por inexperiencia, y con las lógicas excepciones) el trabajo de un actor especializado.
Reitero: mi más entusiasta felicitación, y a esperar que la próxima película de Miyazaki, cuando llegue, le sea encomendada al mismo director. Reconozco, de todos modos, que Miyazaki no ha tenido mala suerte en sus doblajes en España, sea para el cine en pantalla grande o directamente para video, y que casi todas las películas tenían trabajos muy estimables, destacando LA PRINCESA MONONOKE (un estupendo David Robles de protagonista), PORCO ROSSO (el inolvidable Sansalvador, tan reciente su pérdida, dobló al protagonista, a su nivel genial habitual), MI VECINO TOTORO... Unos doblajes en Madrid y otros en Barna, pero todos de buen nivel, salvo el mencionado CHIHIRO.
Un saludo, y a no perderse esta película.
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