Se den cuenta o no se den cuenta, no significa que le den importancia. Rescato un post que escribí hace más o menos un año, cuando todo el lío de "Dos tontos todavía más tontos". Los dos casos no son iguales, ni mucho menos, pero creo que sigue teniendo validez
Álvaro L. escribió:
Estoy leyendo cada cosa, madre mía... la película no me interesa especialmente más allá de la polémica por el doblaje, pero me apetece aportar mi granito de arena. En mi opinión, así se va a distribuir la gente respecto a la película.
-Gente que va a verla y no se da cuenta del cambio de voces.
-Gente que se entera del cambio de voces y siguen yendo porque les importa una... en fin.
-Gente que se da cuenta del cambio durante la película, lo comentan con el de al lado y siguen tan felices.
-Gente que se entera del cambio de voces y lo ven como la excusa perfecta para decir "el doblaje de España es tal, el doblaje de España es tal", pero que aún así va a verla.
-Gente que no va a verla por motivos ajenos a estar indignado con el doblaje.
Y toda esta gente será, aproximadamente, un 95% de los que estuvieran interesados en ella.
El cambio de voces será todo lo indignante que queramos, pero a ver si algunos entendéis que a un porcentaje muy cercano al 100% de los espectadores, el doblaje les da exactamente igual. Van, ven la película, les gusta o no, pero el doblaje les pasa completamente desapercibido, y cuando sí lo tienen en cuenta es para criticarlo. Un cambio de voces no va a provocar una indignación tal en la población española que cause que una película fracase.
Los que verdaderamente podamos preocuparnos somos cuatro gatos.
En fin, que entiendo perfectamente por qué las quejas en Facebook y Twitter y las peticiones en Change acaban por no servir de nada.