Gracias por la deferencia en tu escrito hacia mí persona (y hacia Danvers), Dobaldor.
Como siempre, no faltan en esta intervención tuya interesantes consideraciones y tienes mucha razón cuando denuncias la destrucción que llevan a cabo la mayoría de los redoblajes, enumerándonos el por qué. También admiro la forma de dar tu opinión, sin tratar de que ésta siente cátedra y desplace a cualquier otra, así como tu disposición a enmendar preferencias que puedan estar formadas por algún motivo en particular, distante de lo que debería haber sido convicción crítica basada en la calidad.
Interesante que hayas traído a colación lo de un actor/personaje en una película a quien experimentamos con dos diferentes doblactores; uno en su doblaje original y el otro en el redoblaje. Y el ejemplo que das con Arthur Kennedy, con voz de Ovies y de Guardiola, y de Sinatra, con Cano y Cuesta, en ‘Como un Torrente’ me parece perfectamente válido para las comparaciones.
No he escuchado últimamente el doblaje original de este ‘Torrente’ estadounidense, pero soy de la opinión de que un excelente doblactor, o dos, nunca son suficientes para llevar un doblaje a las altas categorías. Es por eso por lo que mirando la ficha del doblaje original, de 1960, y comparándola con la del de 20 años después, la diferencia en el elenco de actores de doblaje es tan considerable en favor del primero que, de por sí, anuncia ya lo que cabe esperar. Si a ello le añades la violación al ‘soundtrack’ en el redoblaje, argumentos para defender o primar estas segundas versiones (cualquier redoblaje) serían definitivamente nulos. Tal como con buen humor describes, son ‘malignas travesuras’.
Coincido contigo en que el primer doblaje es el que deja huella y todo lo que venga detrás no va a ser asumible (casi) en ningún caso. Y ello es también transmisible a nuestras predilecciones en lo que a voces se refiere; sobre todo cuando las hemos asimilado siendo aún jóvenes o, incluso, niños. Esas voces serán siempre las ‘auténticas’.
En el caso concreto de esta película y siendo como soy un ferviente admirador de Ovies, confieso que aquí poco me convence su elección para doblar a Arthur Kennedy. Creo, sinceramente, que Guardiola (joven o viejo) le es más apropiado, pero, claro, ya sé lo que se opina de la voz del Guardiola de 1980, lo cual yo no comparto siempre. Sinatra con Cano… Bueno; es lo que había, y aunque intuya que desvirtúa la tipificación del personaje, Cuesta, desde luego, es aún menos apropiado. Pero todo esto viene a cuento de eso que dices sobre algunas voces y que es el alma de tu protesta: “…pero lo más importante es , que cambia totalmente la idiosincrasia del personaje que interpreta…”
Y lo destaco porque lo que yo vengo defendiendo desde hace ya… mucho tiempo… es que el actor de doblaje debe doblar al actor original y no al personaje, que es lo que según he comprendido tantos otros afirman, incluidos directores de doblaje en activo, con lo que interpreto que tus palabras ahora, quizás apoyen esta opinión. No debe ser elegido un doblactor porque su tipo de voz va bien para doblar ‘al bueno’, ‘al asesino’ o a ‘la suegra’, sino para que doble al actor o actriz que interpreta a ese bueno, asesino o suegra. La elección, así pues, en virtud del actor y no del personaje.
Y termino con Rogelio, quien sin duda ha canibalizado alguna vez que otra con sus doblajes (¿y quién no, entre los grandes?), pero sobre todo y como ningún otro, supo de manera excelsa meterse en los más dispares actores originales que interpretaban los más dispares personajes y, como bien dice Danvers, de manera ‘natural’ y sin hacernos levantar una ceja. Siempre creíblemente. El doblaje hecho gozo. De ahí su calidad y supremacía, y no por haber sido voz de Brando, Newman, Caine o Nicholson; de ahí su lugar en el podio estrictamente más alto, sin distinción de épocas. Tu comparación entre Rogelio y Emilio Ruíz, a no ser por la polivalencia, confieso que se me escapa. Ya me dirás en lo que tengo que fijarme para poder llegar a esa conclusión.
Estupendo el ver que al menos uno de la ‘tercera’ generación’, el extraordinario Cano, logre traspasar tu barrera y tenga cabida entre tus predilectos. Buena elección.
Un placer leerte. Cordiales saludos
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