Ezequiel escribió:
Tiene un maldito trastorno bipolar.
Oh, adoro cuando leo mis palabras en boca de otros.
Hace poco estuve viendo ese horroroso episodio en el que la juez Dañino encadena a Bart y a Homer juntos, y me fijé en algo que nunca antes había advertido en ese episodio, tal vez más claro que en cualquier otro: una ristra de momentos que retrataban a Homer como un psicópata, desde las pastillas para los cambios de humor (por todos los Santos) hasta los terrores nocturnos con cobras, pasando por tres o cuatro más que ahora no recuerdo. Cuando salieron hace unos meses los sellos conmemorativos del 20 aniversario de la serie, cual fue mi aturdimiento al comprobar que el de Homer lo representaba gritando con la mirada perdida.

Homer ya es, definitivamente, un puto psicópata. Aceptémoslo. "Es su estado natural", como Arquímedes, de MERLÍN EL ENCANTADOR. ¿Recordáis al Homer tierno y bienintencionado que tuvo su máximo exponente en EL ENEMIGO DE HOMER? Ya no existe. A cambio tenemos a un peligroso sujeto bipolar, drogadicto, vengativo, perturbado, que grita, salta y suelta vergonzosos comentarios como "¡al fin los malos tenemos recompensa!" o "no soporto ayudar a nadie, ¡lo odio!". Patético y muy triste. Creo que el primer episodio en el que su comportamiento empieza a ser psicopático es uno de los primeros de la temporada 11 (aún con Revilla, y casi me alegro de que no haya visto hacia dónde se ha dirigido su personaje), cuando escribe una crítica de cocina patética y al momento le vemos desnudo en la bañera, frotándose compulsivamente mientras dice temblorosamente "¡aún apesto a fracaso!". Y al final de la misma temporada, obsesionado con que en la tele le amenazan de muerte y yendo a la central vestido con un poncho y con un bebé de plástico entre los brazos. Y a partir de ahí, cuesta abajo y sin frenos.