Buenos días a todos, he estado leyendo el contenido de este tema durante un tiempo, y finalmente he decidido registrarme para dar mi opinión sobre la huelga, y sobre los distintos puntos de vista vertidos. Así mismo, me gustaría aclarar dudas que tengo al respecto.
Primero de todo debo decir que ejerzo en el doblaje desde hace varios años, y que he dado vueltas por buena parte de España en busca de empleo. Con esto aclarado, he visto dos bandos formados en esta huelga, y no hablo solo de "a favor" y "en contra", sino que se ha formalizado de otro modo con la declaración de "independencia" de Jaime Roca y demás directores. Y ambos puntos de vista tienen su razón, pero también son extremos peligrosos para la profesión, resultan extremos opuestos que tienen problemas:
Por un lado, regular un convenio es importantísimo, estamos a merced de las empresas, y necesitamos estar regulados y, por decirlo de algún modo, blindarnos a nivel legal. Si no tenemos convenios colectivos con las leyes actuales podemos vernos en problemas gordos (y un buen ejemplo es el expuesto por Joaquín, de lo que podría pasarnos a nosotros).
Pero dicho eso... ¿hasta qué punto es bueno conservar el convenio que tenemos? Un convenio único, para todos, el mismo. Eso suena bien, pero cierra las puertas a todo el mundo. El panorama actual no da ninguna oportunidad a nadie: prohíben oyentes, se les rechaza, se montan escuelas engañosas que no solo garantizan una bolsa de trabajo inexistente, sino que también dan una formación paupérrima a precios de oro. Solo puedes hacer sala por enchufe o pasando por caja, y eso se ha admitido en entrevistas -de forma suavizada, obviamente- y es algo que he vivido personalmente. En mis años de trabajo, nunca he conseguido un empleo haciendo sala.
Con eso dicho, y cobrando todos lo mismo, un novato no puede ni plantearse entrar en un estudio grande, ni siquiera para hacer papeles medianos. Como dijo cierto actor de doblaje, "si tienes que elegir entre el fontanero de toda la vida que conoces y te lo hace bien, y uno nuevo del que no sabes por el mismo precio, está claro". Y más aún cuando estás en sitios como Madrid o Barcelona y tienes que competir con nombres como Nuria Trifol, Ramón Langa u Olga Velasco (presente en esta comunidad). Y según palabras del propio Adolfo Moreno, presidente de Adoma, pocas veces hay diferencia de pagos.
Citar:
Hay dobladores que van a caché, pero son casos muy puntuales. "El 98 % se rige por estos precios", insiste.
¿No sería más justo que hubiera diferentes tarifas, varios convenios o, por ejemplo, pluses para los veteranos (tal como los trienios de los maestros, por poner un ejemplo)? Quienes llevan más tiempo en este mundillo podrían cobrar más (y muy merecidamente, debo añadir), y aquellos que empiezan o llevan poco tiempo tendrían más oportunidades (y eso sin contar que, con diferentes tarifas, es menos probable que las empresas decidan pagar por debajo de convenio). El convenio actual es injusto para ambos bandos, porque alguien que lleva veinte años en el mundillo haciendo grandes personajes debería tener derecho a un pago mayor, y al mismo tiempo un recién salido de un curso no puede competir al mismo precio que los "peces gordos" (en el buen sentido de la expresión).
Expuesto todo eso, y habiéndome explayado bastante, no veo que sea realmente beneficioso mantener el estado actual de esta industria.
Mientras tanto, tenemos el grupo que desea confeccionar una nueva asociación, se podría decir que "encabezado" por Jaime Roca, que parte de la base de que esta huelga es más dañina que beneficiosa en su estado actual, y que Adoma "no representa a una buena parte del colectivo", al que "intimida con actitudes radicales". Por si acaso, nótese que esa no es mi opinión personal, sino lo leído en el comunicado oficial.
Dicho eso, lo que pienso es que ciertamente esta huelga daña a bastante gente, y no precisamente de la que pone trabas a nuestro sector. Los traductores seguirán haciendo su trabajo, supongo, pero los técnicos de sonido se juegan el puesto, si esta huelga se alarga lo suficiente, y posiblemente haya gente de producción o PRs que se estén tirando de los pelos ahora mismo intentando convencer a las empresas de que aguanten y no se lleven sus productos a otras ciudades (ya ha pasado en Galicia, y no me sorprendería que esté pasando ahora mismo en otros sitios como Sevilla, Valencia o Barcelona. Digan lo que digan las asociaciones de ahí). Por otro lado, soy totalmente consciente de que llevamos dos semanas de huelga, y en ese aspecto estamos en un punto de no retorno. Pero a pesar de ello, solicito que seamos conscientes del daño que podemos causar a otros colectivos.
Por otro lado, esa intimidación que menciona el comunicado es un hecho, y lo han atestiguado ya unas cuantas personas entre las que me incluyo: hay de todo, por supuesto, y he visto en los piquetes a personas de buena educación y actitud, que recomiendan la lucha por nuestros derechos y piden apoyo, explicando todos los razonamientos necesarios. Pero también he visto "paparazzis" escondidos detrás de los coches con el móvil en la mano sacando fotos, así como algunas faltas de respeto verbales y gestuales, o amenazas agresivas. La gran mayoría exigían identificación como si fuera un arresto, y solo una persona ha tenido la deferencia de dar su nombre antes de pedirlo. En resumen, unos dicen "unidad o todos lo pasaremos mal", pero la mayoría dicen "unidad o te apedreamos". Nótese la ironía en ese concepto de "unidad".
Fuera de eso, el marco competitivo que solicita la posible nueva asociación puede ser un remedio peor que la enfermedad. Tal y como algunos han declarado en las redes sociales, llevar esto a su extrema conclusión es el riesgo de convertir nuestro convenio en un mercado libre, y eso es terrorífico. Una vez más, puedo decir que he estado en ciudades de España en las que no existe siquiera el concepto de convenio, y no se sigue ninguna regulación real. Es un mercado horrible, permítome decirlo en plata: es una jungla, y el único que puede trabajar es el que pone el culo más en pompa. Es un extremo al que no podemos llegar bajo ningún concepto. Así mismo, igual que he dicho que resulta injusto poner a alguien recién salido de la escuela o el curso a trabajar por el precio de un gran veterano, me resulta igual de inapropiado forzar a una gran figura del sector a tener que "bajarse los pantalones" para poder competir en un mercado salvaje y de tarifas tan absurdas como (casos reales) 10 euros por un anuncio de televisión, o estudios que cobran cientos por una cuña y apenas dan veinte al locutor, o doblajes en los que solo se paga convocatoria... incluso he llegado a ver un estudio que te exige a ti pagar por comprar material homologado... y así grabar en tu casa.
Por todo lo dicho, considero que ambas posturas son extremos perjudiciales, con sus puntos buenos, obviamente, pero extremos. Lo que más nos beneficiaría a todos sería un balance, sacar lo mejor de cada lado y buscar un punto medio capaz de satisfacer a todos los miembros de esta hermosa profesión. Entiendo que ambas posturas chocan directamente entre sí, tal como ha señalado el señor Eduardo Gutiérrez:
Citar:
-He estado invitando personalmente (porque era mi cometido), durante más de un año, al principal firmante de este comunicado para que se reuniese conmigo y los representantes de ADOMA para estudiar las bases del convenio y la respuesta siempre ha sido NO. Por tanto es incierto que no hayan tenido oportinidad de participar en las negociaciones previas ni en las posteriores.
Pero hay que reconocer que este "golpe en la mesa" que han dado los firmantes del comunicado ha permitido que afloren muchos contrarios a la huelga. Historias fuertes, algunas más agresivas que otras, todo ha de decirse, pero en líneas generales está saliendo todo ese lado "oscuro" de nuestro querido mundillo, contando vivencias que creo deberían dar que pensar. Hay que admitirlo, este comunicado y la consecuente oleada de comentarios es lo único que me ha animado a entrar en esta comunidad a expresar mi opinión y mis razones, porque es el único caso en que no me veo en soledad, a contra-corriente enfrentándome a toda una industria (que por supuesto, es también un arte).
Y es que esto no son cuatro casos aislados. Entro en las redes sociales, en comunidades dedicadas al mundo de la voz, y veo cada vez más y más gente alienada o de opiniones impares. ¿Por qué digo todo esto? Porque, permítanme de nuevo la grosería, está "saliendo toda la mierda de debajo de la alfombra", y es algo que abarca más de lo que parecía en un principio. No sé por qué motivo será que Jaime Roca y demás firmantes no hayan querido negociar. Puede que sea una buena razón, o puede que no. Pero a pesar de esa negativa, y la imposibilidad aparente de llegar a un acuerdo entre el sindicato y esta posible nueva asociación, ha quedado claro que existe un grupo de gente atrapada y perdida: gente que no tiene poder, representación u oportunidad, tanto en el ámbito de negociaciones como a la hora de trabajar. Gente que se ve atenazada y no puede apenas hacer sala, o presentar pruebas, y que al mismo tiempo se ve forzada a competir contra muchos de los mejores actores y actrices de doblaje de toda España -por no decir de toda Europa- por el mismo precio y sin hándicaps posibles. Gente que cuya opción final es optar por un mercado de explotación y oportunismo desagradable, tirando tarifas, seguridad y dignidad por los suelos. Por supuesto, los hay conscientes de su riesgo y se adentran en la jungla laboral, pero otros simplemente no conocen alternativa, y no saben que pueden luchar por algo mejor. Y finalmente hay otros que, simplemente, no les queda más elección (a título personal conozco casos de gente que, por su situación de estudios, por ejemplo, no puede hacerse con un empleo como camarero, o vendedor, etc).
Por ello insisto en que es necesario llegar a un punto medio que no deje atrás a nadie.
Y respecto al tema de los nombres, ya que he visto que se ha solicitado repetidas veces, me ajusto a lo dicho por Pituka (gracias por su actitud tan cívica): nadie tiene obligación de identificarse, y con todo lo que he dicho, debería quedar claro que... sí, la intimidación ha funcionado conmigo, y aunque esté ejerciendo mi derecho a huelga no me atrevo a decir mi nombre, por lo que opto por emplear un apodo escogido sin aleatoriedad.
Dicho esto, me gustaría agradecer a actrices y actores que han estado en este hilo, aportando su punto de vista, y en muchos casos con una gran actitud y buenas maneras. Especial agradecimiento a Rodri Martín, que con sus palabras ha hecho que parte de las sombras que veo en este mundillo se disipen. Tal como dice de forma excelsa Eduardo Gutiérrez, sus palabras demuestran un amor y una pasión a esta profesión que pocas veces he visto. Este arte necesita a más gente como él.
También mando muchos ánimos a todos aquellos que creen en su causa por completo, tanto quienes apoyan la huelga como quien no, porque después de todo luchan por ideas firmes, y aunque pido moderación en muchos puntos, no dejo de admirar esa determinación. Me permito destacar a aquellos contrarios a la huelga que no solo han venido a dar su opinión, sino que sin miedo alguno a las represalias (sean reales o solo rumores), han venido con su nombre por delante y "dando la cara" con un valor que lamento no ser capaz de poseer.
Tras todo esto, ya dije que tenía alguna duda sobre la situación actual, y aquí lo expongo:
-Ana Jiménez ha dicho, respecto al redoblaje de la serie Resurrection:
Citar:
La empresa en este caso es la misma, SDI
¿No se pueden tomar represalias contra la empresa? No me cabe en la cabeza que un estudio tan grande como SDI Media, donde se graba casi todos los productos más "importantes" (sin despreciar ningún otro trabajo bajo ningún concepto), sea capaz de permitir que se "esquirolice" a sí mismo. No le veo sentido, ¿no se supone que el estudio está en huelga?
-He visto en una entrevista unas declaraciones curiosas:
Citar:
Mucha gente piensa que somos millonarios, pero el 90 % de la
profesión cobra un máximo de 2.000 euros, muchos cobran 1.000 o menos"
¿En qué datos se basa esa estadística? No he visto nunca, más allá de los grandes estudios, a actores que lleguen a esa cantidad. De hecho recuerdo un estudio diciendo que la mayoría de actrices y actores (de todos los sectores, debo matizar) vivimos en el umbral de la pobreza. Esta pregunta viene sin acritud de ningún tipo, es una curiosidad real, y también un relativo temor a que opiniones así, descontextualizadas, den peor imagen a nuestra profesión (me he enterado de esto, literalmente, por conocidos míos bastante sorprendidos por las cifras, y no de forma positiva).
Eso es todo, muchas gracias a todos aquellos que se han tomado las molestias de leer este mensaje, espero que pasen buenas tardes.