Yo, en cambio, descubrí "Historias de Filadelfia" con el doblaje con Solans, y me pareció que encajaba perfectamente. Y todos los doblajes de mis pelis preferidas de los 30, 40 y 50, redoblados en los 60, 70, me parecieron siempre buenísimos, por muchas libertades que se tomaran con la banda sonora y demás asuntos.
No hablemos ya de las ocasiones en que ha intervenido, por ejemplo, Celia Honrubia, por ejemplo doblando a la Hepburn en "La mujer del año", etc. No sé, para mí son excelentes doblajes que encajan como un guante en películas igualmente excelentes.
Eso no significa que no comprenda que muchos doblajes originales sean verdaderas obras de arte en sí mismos. El problema es que el doblaje, en sí mismo, es un tema tremendamente controvertido. No es necesario ni siquiera incidir en la temática de que ver una película doblada sea un atentado (opinión que no comparto, pero que no puedo dejar de comprender), sino que hay otras muchas cuestiones, como por ejemplo, los que opinan que lo peor que puede hacer un doblador, es interpretar, hacerse evidente en su interpretación, cuando hay gente que opina que el doblador debe pasar lo más desapercibido posible.
Algo así como (en otro tema), Raoul Walsh tenía un estilo "invisible" de dirección, mucha gente opina que debes olvidarte completamente del doblador cuando ves la película.
Todos son temas subjetivos, y cada uno decide lo que es un atentado para él. Hay tantos criterios como personas y circunstancias. Pero reconozco que un trabajo bien hecho, es un trabajo bien hecho. Y por esta razón, los doblajes originales deberían ser recuperados.
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